La pasión salpica todos los rincones de Álava

La lluvia ha obligado finalmente a suspender este Jueves Santo la Procesión del Silencio. Las precipitaciones y las malas previsiones meteorológicas han llevado a las cofradías penitenciales a tomar esta decisión para «preservar las centenarias imágenes de la Semana Santa de la ciudad». Así lo ha hecho su junta directiva poco antes de las ocho de la tarde.

Como novedad, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad en la Vera-Cruz iba a lucir dos nuevas piezas este jueves. Por una parte, una diadema «mucho más vistosa y grande que la anterior», y por otra, un flamante manto procesional que «amplía considerablemente la longitud de anteriores telas». Estos dos complementos son fruto de donaciones anónimas de cofrades de Nuestra Señora de la Soledad en la Vera-Cruz.

En la procesión del viernes, la del Santo Entierro, seis cofradías llevan una docena de pasos diferentes, algunos verdaderas joyas. La abre La Cruz Enarbolada, la más antigua de las que salen (1823), formada por la familia Aspe. La Santa Espina es un relicario custodiado y venerado en Berrosteguieta desde 1555. Hay un paso, La Flagelación, con un gran dramatismo, del gran escultor Gregorio Fernández que eleva la categoría del desfile a cotas difíciles de igualar en la calidad de las tallas. La cofradía más reciente (1965), la de Nuestro Señor con la Cruz a Cuestas que lleva un paso esculpido en 1926, es la que coordina el cortejo que recuerda como en una catequésis las últimas horas de Cristo, su pasión y muerte.

El recorrido de los últimos años ha cambiado a causa de las obras en la calle Portal del Rey. Sale desde la puerta norte de la iglesia de San Vicente (c/ Las Escuelas), calle Santa María hasta la Plaza de Santa María y regresa a San Vicente por la calle de Fray Zacarías Martínez.

El grupo de los Auroros de la Virgen Blanca, dirigidos por Jesús Moraza, interpretará música e irrintzi el Domingo de Pascua de Resurrección a las 11.00 horas en la Plaza de la Catedral de Santa María, desde la balconada de la torre del templo.

En Laguardia, el Jueves Santo y Viernes Santo los pasos procesionarán por las calles del casco viejo de la villa desde las 21.00 horas. Además, el Viernes Santo volverá el famoso Descendimiento de la Cruz, en los oficios de las 19.00h, en la iglesia de Santa María de los Reyes. Los cofrades irán bajando a Cristo de la Cruz para introducirlo en el Santo Sepulcro mientras se leen lecturas sagradas.

En Elciego, el Jueves Santo y Viernes Santo, también desde las 21.00 horas habrá procesión por las calles del centro. En Samaniego, el Domingo de Resurrección será a las 13.00 horas el tradicional Juicio a Judas en la plaza del pueblo. Tras ello, se procesionará a Cristo Resucitado. En Labastida, el Jueves Santo a las 20.00 horas será la procesión de la Cena del Señor y el Viernes Santo a las 21.00 horas la del Santo Entierro, ambas desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. En Lapuebla de Labarca, el Viernes Santo desde las 21.00 horas saldrá la procesión y el Domingo de Resurrección será la tradicional Quema de Judas tras la misa de las 12.00.

El Jueves Santo comenzará con la Celebración de la Cena del Señor –a las 18.00 horas – también en San Pedro de Lamuza, seguida de una procesión con los pasos de Jesús en el Huerto, Jesús atado a la columna y San Juan y de La Virgen Dolorosa. Esta procesión terminará con un salve popular cantada y una Vigilia de Adoración Nocturna a las 21.00. El Viernes Santo desde las 17.00 horas serán los oficios de la muerte del Señor con la posterior Procesión del Santo Entierro con los pasos del Calvario, La Piedad, San Juan, Santo Sepulcro y la Dolorosa procesionando por las calles de Llodio. También en este caso, se cerrará el programa con una salve cantada.

En Amurrio, el Jueves Santo se celebrará la Cena del Señor en las dos parroquias, San José, a las 17.00, y Santa María a las 19:00, con la Procesión de los Apóstoles poco antes de comenzar la Eucaristía. El Viernes Santo empezará el día con la Procesión del Silencio, desde la ermita de San Antón a las 8.00 horas. Vía crucis –a las 11.00– desde San José a Santa María. En esta iglesia, a las 17.00 se celebrará la Muerte del Señor y a las 20.00 los cofrades de la Vera Cruz cantarán el tradicional pregón del Viernes Santo después el desenclavo y a continuación la procesión del Santo Entierro, desde Santa María por las calles de Amurrio. El Sábado Santo, a las 12.00, será la oración de la Soledad de María. Y a las 22.00, la solemne Vigilia Pascual. El Domingo de Resurrección se celebrará la Misa por el Día de Pascua a las 11.00 en San José y a las 12.30 en Santa María.

La Biblia sitúa la escena durante la Última Cena. Jesús le lava los pies a sus discípulos un día antes de su muerte. El Jueves Santo, tras la procesión de los apóstoles -que parte a las 19.00 horas de la Parroquia de Santa María de Amurrio-, sus participantes podrán reinterpretar ese lavatorio. El viernes, merece atención el Cristo del Pregón, con el recitado de 24 versos atribuidos a Lope de Vega por dos nazarenos en Santa María y posterior desenclavo y descendimiento de Cristo. Después, comenzará el recorrido del Santo Entierro. Antes, a las 20.00, se celebrará la Procesión del Silencio desde San Antón.

El momento más esperado de la Pasión tiene que ver, en Lagrán, con el desenclave del Cristo articulado. Tras ese acto, que tendrá lugar hacia las 18.30 horas, su sepulcro saldrá en procesión junto a otras cuatro estaciones penitenciales. En Santa Cruz de Campezo ese mismo día se celebrará el Vía Crucis a las 11.00 desde el Santo Cristo hasta la ermita finalizando el día con la Procesión del Silencio desde las 19.30. En localidades más pequeñas como Orbis, el Viernes Santo se celebrará la Procesión del Silencio desde las 22:00.

Álava no se olvida ni un año de quemar a sus Judas. La costumbre se extiende desde Samaniego, Oion hasta Moreda de Álava, Lapuebla de Labarca o Salinas de Añana y, en todos los casos, esta práctica adquiere un tono de mofa. El apóstol traidor encarna los males del año. Judas, representado en un muñeco de paja, acabará colgado en un palo para asistir a su propio juicio. Le condenarán a ser quemado el Domingo de Resurrección.