Absuelven al dueño de una pescadería de Vitoria que llamó «chochito» a una empleada

En la sentencia a la que ha acceso en exclusiva EL CORREO, la titular de la sala considera que no existen evidencias de hostigamiento alguno. El dictamen, de dieciocho páginas y sustentado en las declaraciones escuchadas en el juicio, la magistrada rechaza -uno por uno- todos los posibles episodios. Sobre el punto más importante -las calificaciones de «chochito» y «tontita»-, las tilda de «desafortunada expresión» y, en base a la declaración de otra empleada, las limita a «una única ocasión». El esposo de la denunciante también dio esa cifra.

Hubo otra expresión sospechosa. «Sois mías», les dijo a la denunciante y a su compañera al poco de quedarse como único propietario del negocio. La jueza insiste en que «no se ha probado ni concretado el contexto de tal expresión para poderla dar el carácter de acoso».

En otra ocasión, describe, dijo a la denunciante que «no iba a encontrar trabajo ni limpiando culos» y «tampoco se probado que la misma se realizó en varias ocasiones, siendo más lógico considerar que se produjo cuando ya la trabajadora planteó al acusado que la pusiera en el paro».

Este detalle es capital a su entender. «Una vez satisfecha la finalidad que pretendía, el cobro de la indemnización por la extinción del contrato laboral, (la denunciante) ya no quiere continuar con el procedimiento penal».