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1962
El 25 de septiembre de 1962, un diluvio se precipitó sobre la comarca del Vallès, en la provincia de Barcelona. Hasta 225 litros por metro cuadrado llovidos en apenas tres horas que dejaron un panorama trágico. Más de 800 muertos, 2.650 millones de pesetas ... en pérdidas y miles de damnificados que lo perdieron todo en las riadas del Llobregat, Besós, Ripoll y afluentes, la mayor catástrofe natural de la historia reciente de España. Tarrasa, Rubí y Sabadell se llevaron la peor parte, pero hubo muchas más localidades anegadas por el agua. A la devastadora inundación siguió una oleada de solidaridad nacional. En Álava la lideró el propio gobernador civil, el catalán Claudio Colomer, que acudió en auxilio de sus paisanos. Se desarrollaron diversas iniciativas y suscripciones a fin de recoger fondos con destino a los necesitados. Por ejemplo, una cuestación en el partido Alavés-Celta (1-1), en Segunda, el 7 de octubre de aquel año. Se rezó un responso y tocó la banda municipal bajo la batuta de José María Ortiz de Landaluce sobre el césped precedida de la bandera del club con crespón paseada por el jugador Teo y detrás de los músicos, la pancarta 'Ayuda a Barcelona' sostenida por los porteros suplentes -el albiazul Espinosa-. Unas señoritas recogieron los generosos donativos de los aficionados en el descanso. En total, 17.879 pesetas. En Álava se recaudaron más de 2,2 millones.
Los vecinos de Elburgo despidieron el 18 de marzo de 1962 a Julián Núñez, su maestro durante un cuarto de siglo, con motivo de su jubilación a los 70 años. Lo agasajaron con una misa, regalos, actuaciones culturales y una comida. Burgalés de nacimiento, antes había dado clases en Abornícano y en Elburgo recibía también a chiquillos de Gáceta, Alegría, Erenchun y Ullíbarri-Jáuregui.
1962
El alcalde de Vitoria en 1962, Luis Ibarra Landete, pasó revista a la Policía Municipal acompañado por el jefe del cuerpo, José María Barrasa, la mañana del 3 de agosto en la plaza de España, ante la Casa Consistorial. El primer edil quiso comprobar que todo estaba en orden en la guardia urbana horas antes del comienzo de las fiestas de La Blanca y de la bajada de Celedón a la plaza por sexta vez desde su accidentado estreno el 4 de agosto de 1957. Como si de una guarnición se tratara, los municipales se presentaron en formación ante el alcalde (con un papel en la mano) y su responsable policial. El cuerpo lo integraban por entonces 76 números, entre los que se encontraban los once agentes recién incorporados para satisfacer la creciente necesidad de atención a la ciudadanía y de seguridad en la capital. Entre el numeroso público presente, con la chavalería en primera fila, se alinearon las secciones diurna, nocturna, de vigilancia, de circulación y los motoristas, los más admirados.
El viejo puente del ferrocarril de portal de Castilla se vino abajo el 2 de agosto de 1962 al paso de un mercancías que provocó un corrimiento de tierras sobre un pasadizo subterráneo que se habilitaba para peatones. Las vías quedaron colgando literalmente, pero no hubo que lamentar desgracias personales.
1962
Entre los años 50 y 60 fue en aumento el número de jóvenes estudiantes alaveses que se decantaban por el magisterio como salida profesional. Así se llegó al curso 1961-62 ya sin espacio en las aulas de la escuela del Campillo para mujeres que aspiraban a convertirse en profesoras de enseñanza primaria. Se alcanzó el tope con 116 alumnas y 30 oyentes. No había cabida para más, por lo que un centenar se quedó fuera de la titulación, a la espera de que se creara otro centro en la capital. Menor era el alumnado masculino, aunque se había duplicado en tres años: 37 estudiantes oficiales y 17 oyentes. Ante la creciente matriculación, el ministerio proyectó la construcción de una Escuela del Magisterio en la finca 'Villa Nieves', en las calles Aguirre Miramón y Marqués de Urquijo, donde todavía existe. En la denominada 'Ciudad Escolar' se levantó entre otros un edificio de tres plantas para 650 futuros maestros, dotado de aulas, despachos, salones, laboratorios, gimnasio, cocina, comedor y bar. En la foto, una visita a las obras en marzo de 1962. Se inauguró en septiembre con la historiadora Micalea Josefa Portilla como directora.
La cosecha de trigo en Álava destacó por su abundancia en 1962, siendo de las mejores de aquellos años a decir de los agricultores. Se cultivaban 24.000 hectáreas y se recogieron unos 3.800 vagones -cada uno admitía 10.000 kilos de cereal-, nada que ver con los 30.000 vagones de, por ejemplo, Badajoz y Zaragoza. El Servicio Nacional del Trigo contaba con dos silos mecanizados en Vitoria y Salvatierra.
1968
Fue la sensación del momento, un entretenimiento que ponía a uno en situación de pilotar un fórmula uno cuando en realidad lo que estaba dirigiendo con un mando eléctrico era un cochecito, muy apañado eso sí, en un lugar a cubierto, digamos que dentro de una amplia lonja. En Vitoria también germinó aquella novedosa afición por las carreras de minibólidos con sus conductores y su público fiel alrededor de la pista de ochos calles. Miniaturistas y pilotos de distancias cortas y velocidad moderada que conducían de pie, con los hermanos Rubio al frente, montaron un circuito en un local de la calle Carlos VII (hoy, Florida). Y lo hicieron llamar Indianápolis, como la gran clásica de las 500 millas estadounidense, un bautismo de lo más apropiado para el primer gran scalextric vitoriano, en su día un fascinante juguete al alcance de no todos los bolsillos. El 1 de junio de 1968 lo bendijo el párroco de Desamparados, Javier Illanas, a modo de banderazo de salida, y empezaron los entrenamientos, apuestas y competiciones. El circuito (en la foto) tenía 52 metros de rectas, curvas peraltadas y túneles y hubo un tipo, un suizo, que solo necesitó seis segundos para dar la vuelta con su bólido de pega..
La Delegación Provincial de Estadística publicó el 1 de junio de 1968 la población de derecho (residentes) y de hecho (residentes y transeúntes) de Álava a 31 de diciembre de 1967. La primera ascendía a 175.577 y la segunda, a 187.313. El censo de Vitoria era de 107.229 y 117.540, respectivamente. Después de la capital era Llodio la segunda localidad con más habitantes, al igual que hoy, 12.809 y 13.805. Amurrio tenía 4.854 y 5.028.
1948
Abrió en festivo, el 1 de mayo de 1948, y cerró el 1 de abril de 2013. Por las aguas de la Casa de Baños y Duchas de la Correría con cantón de las Carnicerías pasaron miles de vitorianos de nacimiento o adopción a lo largo de sus 65 años de higiene. El derribo del viejo matadero municipal dejó un solar en el Casco Viejo que se aprovechó para levantar un edificio en cuya planta baja el Ayuntamiento habilitó un servicio de aseo para los vecinos que no disponían de baño adecuado en sus domicilios. También fue muy útil al principio para peones y obreros que habían llegado de otros lugares a una ciudad pujante en busca de jornal y vivían de patrona mientras engordaban la libreta. Muy frecuentada, sobre todo la víspera de festivos y las mañanas de domingo, las diez duchas para caballeros, las cuatro de señoras y un baño para cada sexo, con accesos independientes desde la 'Corre' y el cantón, pronto se quedaron escasos para la alta demanda. Se pagaba una peseta por ponerse bajo el chorro y dos por la bañera y al comienzo el jabón, la toalla y demás corrían por cuenta del usuario. En 1961, cuando está tomada la foto, eran muchas las voces que exigían una ampliación de la casa, que venía a dar unos 3.000 servicios al mes, por las colas que demoraban su uso. Con el tiempo se mejoró y hasta se triplicaron los chorros, pero también entró en decadencia y el Ayuntamiento la cerró hace ocho años por entender que esa atención ya se prestaba en los centros cívicos.
Hace sesenta años también coleaban en Vitoria los nuevos horarios de trabajo y atención al público de las entidades bancarias, solo que entonces había oficinas centrales y no sucursales como hoy. Las quejas partían sobre todo de los empleados, molestos por trabajar de manera ininterrumpida de 8.50 a 17.00 horas, sin tiempo para el almuerzo. Se lo tomaron como un trágala impuesto por los bancos y cajas. A la clientela se la recibía y atendía de 9.30 a 16.00 horas.
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