Archivo municipal de vitoria/ENRIQUE GUINEA
MEMORIAS DE EL CORREO

El primer campeonato de España de motocicletas pasa por Álava

Sábado, 18 de junio 2022, 00:08

Archivo municipal de vitoria/ARQUÉ
  1. 1957

    Enero de 1957, una nevada de las de antes

Cinco días de nevadas intermitentes y más de diez de temperaturas máximas por debajo de cero grados en Álava dejaron en la capital estampas como la de la fotografía, tomada el 17 de enero de 1957. La nieve cubre por completo el vehículo, aunque sí ... deja ver la M de Madrid en su matrícula, aparcado a la espera de que amaine el temporal frente al garaje Omnia, en la calle Carlos VII (hoy Florida) esquina con Fueros. Aquellas primeras precipitaciones de un severo frente frío afectaron a los puertos de montaña, con Peñacerrada, Opacua y Azáceta cerrados al tráfico y el uso obligatorio de cadenas en la mayoría del resto de la red viaria. La Diputación exigió a sus tres quitanieves un trabajo extra para despejar las carreteras generales, por las que no circulaban los autobuses de las líneas provinciales. En Vitoria, como cada vez que nevaba copiosamente, el Ayuntamiento recordó a los vecinos y comerciantes la ordenanza que les obligaba a retirar el manto blanco de las aceras al menos un metro de fondo respecto a las fachadas, portales y tiendas. Las heladas fueron una constante aquellos días de enero. El 18, en el observatorio meteorológico del aeropuerto General Mola, en Salburua, se registró una mínima de 19 grados bajo cero. Fueron unas jornadas de crudo invierno, una nevada de las de antes como gusta recordar hoy a los más viejos del lugar.

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Archivo municipal de vitoria/SANTIAGO ARINA
  1. 1958

    El jardín de Amárica y sus pavos reales, un remanso de paz en la calle Dato

La imagen está tomada en octubre de 1958 y a ella se prestó el guardia para resaltar la hermosura del árbol que tristemente acababa de ser derribado a hachazos en el jardín del palacete del pintor Fernando de Amárica (1866-1956). La amplia finca entre las calles Carlos VII (Florida), Dato y Manuel Iradier la habitó el artista hasta su fallecimiento, cuando de su legado, en ausencia de descendientes, se hizo cargo una fundación. Fue su abuelo paterno Marcos quien un siglo antes, en 1851, había construido en el lugar una casa de campo con medio centenar de chopos y olmos, un abeto, arbustos y plantas como salindas, ocubas y 'lluvias de oro'. La casona se amplió a mansión y el bosque privado tomó vida con unos pavos reales que se dejaban ver a través de la verja entre la admiración de los paseantes. Tras la muerte de don Fernando, el pueblo de Vitoria, sobre todo los niños y ancianos, disfrutó durante un tiempo de tan plácido remanso en pleno centro. Pero el espacio convertido en parque infantil perdió encanto a finales de los 50 con la supresión de su arbolado y la desaparición de las aves, aunque quedó un macho que cruzado con una hembra de La Florida agrandó la colorida familia de este parque. La casa de Amárica, comprada por Imosa y revendida a la Caja Municipal, dejó sitio a un aparcamiento y más tarde, ya por los 70, sucumbió a la piqueta y al crecimiento urbano. Sobre el solar se edificaron bloques de pisos y al lado, en otro terreno, se creó el nuevo y público jardín de Amárica con un 'parking'. En la foto, a la espalda de municipal, la esquina de Dato con Manuel Iradier.

Archivo municipal de vitoria/ARQUÉ
  1. 1950

    El esqueleto de 'La Bilbaína' se levanta frente a la estación de autobuses

La calle Francia, en otro tiempo Calvo Sotelo, sigue siendo un lugar muy frecuentado por personas y vehículos. Es la arteria principal de Vitoria por el este. Antaño lo fue especialmente por encontrarse en ella la plaza de ganado, donde se citaban las gentes de los pueblos para cerrar sus tratos con fajos de billetes sujetos por gomas o cuerdas. Trasladadas las cuadras al nuevo barrio de Zaramaga, su lugar lo ocupó la primera estación de autobuses de la capital desde enero de 1950. El constante trasiego de pasajeros y paisanos convirtió la zona en un hervidero de alaveses y visitantes. Los comercios y bares cercanos se llenaron de vida y negocio. Ahí sigue en pie, en la confluencia con Prudencio María de Verástegui, el bar, restaurante y hotel 'La Bilbaína' desde hace más de siete décadas. Recuerda Eduardo Valle, estudioso de las tascas, cafetines y casas de comida vitorianos, que en esa misma esquina y años antes despacharon a la clientela la fonda 'La Paca', 'El Riojano' y también Hermenegildo Aja. El matrimonio Mariano Pérez de Albéniz y Felipa Mercedo abrió 'La Bilbaína' a mediados de los 40 como bar-pensión. También lo regentó con éxito el popular Nemesio. El establecimiento que hoy conocemos se inauguró con hotel incorporado el 23 de julio de 1968. Autoridades e invitados celebraron el estreno de un alojamiento de tercera categoría con 32 habitaciones levantado con buen ojo en un recodo estratégico. En la imagen, a medio construir en 1967.

Archivo municipal de vitoria/ENRIQUE GUINEA
  1. 1915

    El primer campeonato de España de motocicletas pasa por Álava

Las carreteras alavesas fueron escenario de la celebración de la primera Gran Carrera Nacional de Motocicletas el domingo 20 de junio de 1915. Cientos de curiosos salieron al paso de los pilotos a lo largo del recorrido y ocuparon cunetas y aceras para contemplar una prueba novedosa, considerado el primer Campeonato de España de Velocidad. Lo organizó el Club Deportivo Bilbao, que preparó dos etapas en un solo día por un trazado de 335 kilómetros a través de las provincias vascas y Navarra. La sesión matinal, de 198 km, arrancó a las 7:30 horas desde Campo de Volantín, en la capital vizcaína, con diecisiete corredores que fueron tomando la salida uno a uno a intervalos de un minuto. El primero de la categoría superior, entre 350 y 500 cc, Rodolfo Cardenal, a la postre ganador, se presentó en Vitoria a las 8:47, una hora, diez minutos y dieciocho segundos después de arrancar su 'Indian'. Animado por numeroso público y procedente de Ubidea, entró por portal de Urbina (Villarreal), avanzó por la calle Francia y salió por la de Santiago en dirección a Navarra. La meta de la primera etapa estaba en Tolosa, a la que Cardenal llegó al cabo de 2.53:39 horas, a una velocidad media de 70 km/h. La organización de la carrera por Álava corrió a cargo del New Club vitoriano. En la foto, el ganador en 350 cc, Rodrigo Díaz, transita por Betoño.

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Archivo municipal de vitoria/SANTIAGO ARINA
  1. 1961

    Domingo de Ramos en una plaza de España a rebosar

Un gentío se congregó la mañana del 26 de marzo de 1961 en la plaza de España de Vitoria para asistir a la celebración del Domingo de Ramos. Cientos de estudiantes de las escuelas públicas y colegios privados de la capital acudieron con sus palmas y ramos a la ceremonia de bendición oficiada por el obispo de la Diócesis con asistencia de la Corporación municipal frente a la Casa Consistorial, engalanada para la ocasión. La soleada mañana acompañó la asistencia de feligreses al acto litúrgico, como también el hecho de que los centros educativos aún no habían concedido las vacaciones de Semana Santa a sus alumnos. La misa se celebró conforme a una rigurosa distribución de los asistentes. Delante del altar tomaron sitio las autoridades civiles y religiosas y tras ellas, a la derecha se colocaron las niñas y a la izquierda los niños con sus palmas. Detrás de los escolares siguieron la ceremonia los hombres, las mujeres y los padres con hijos pequeños. Concluido el oficio, el cabildo catedralicio y los concejales con el alcalde a la cabeza tomaron sus ramos. Seguidamente partió la procesión, con niñas, niños, mujeres y hombres avanzando por estricto orden, que transcurrió por la cuesta del Banco de España, calle Cuchillería, cantón de San Marcos y plazuela de Santa María hasta la Catedral Vieja.

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