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Antonio Díaz-Miguel (1934-2000) impartió innumerables clases magistrales de baloncesto, un deporte que en España no se entiende sin él, sin su carisma, veintiún años después de su fallecimiento. Seleccionador nacional absoluto desde 1965 hasta 1992, plata en los Juegos de Los Ángeles'84 ... como mayor conquista, el ciudadrealeño también compartió lecciones personales con quien quiso atenderle. Así, la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción le eligió embajador de su campaña 'Engánchate a la vida', un recorrido por ocho capitales de España, entre ellas Vitoria, que con el pretexto de jugar al básquet pretendía guiar a los escolares por el buen camino. El 15 de diciembre de 1990, las gradas del pabellón de Mendizorroza se poblaron de críos entusiasmados con la presencia sobre el parqué de un entrenador admirado, adorable. También asistieron al clínic infantil jugadores de aquel Taugrés. Díaz-Miguel visitó Vitoria solo unos días después de clasificar a España para el Eurobasket de Italia'91, torneo del que sacó la medalla de bronce.
En la calle Bolivia, detrás del Palacio de Congresos Europa, se yergue 'Babel', una escultura en hormigón y acero inoxidable inaugurada el 14 de diciembre de 1990. En forma de torre bíblica se compone de una escalera que «no pretende llegar a ningún sitio; solo vale para bajar al entendimiento» y una rampa por la que discurre agua, «el símbolo de la vida», según sus autores, José Ramón Castillo, Enrique Gamarra, Iñaki Otxoa de Eribe y Javier Tudela.
Hubo durante años parada de taxi frente a la puerta de la Casa Consistorial por la plaza de España, cuando se permitía el acceso, circulación y estacionamiento de vehículos particulares. Pero los turismos blancos de la fotografía no esperan la llegada de clientes. Son demasiados. Están ahí aparcados, escrupulosamente detenidos en fila de a uno, en señal de protesta contra el Ayuntamiento, al que reclaman la aprobación de un nuevo reglamento municipal que regule el servicio de transporte en taxi. La mañana de aquel 17 de junio de 1994, más de cien conductores del ramo se dejaron notar con su recorrido reivindicativo por las calles del centro de la ciudad y su posterior plante. Los taxistas vitorianos exigían que se impidiera la contratación de asalariados, que se concedieran las nuevas licencias mediante concurso y que se revisaran las tarifas de sus servicios. Cuando el Consistorio accedió a resolver algunas demandas, surgió un nuevo conflicto en el sector y las instituciones. La irrupción de los coches de lujo contratados por empresas y particulares sacó de nuevo a los taxis en caravana por Vitoria en octubre.
Considerado en su momento el más moderno de España, el Palacio de Justicia de Vitoria se inauguró en la avenida de Gasteiz el 22 de junio de 1994. De planta rectangular y fachadas de cristal y aluminio, agrupó en una sede los servicios judiciales repartidos hasta entonces en cuatro dependencias, entre ellas la principal de Olaguíbel.
De espíritu nómada y 'hippy', vestidos con esmerados trajes campesinos, el pelo largo y rubio recogido en una coleta y cantando a la vida con melodías folk, pop, rock y jazz, los Kelly fueron -y son- una familia numerosa singular. De origen estadounidense y ascendencias diversas, los padres e hijos viajaban por Europa en un autobús de dos pisos. En España se establecieron en lugares que los convirtieron en casa flotante, como Pamplona, Ejea de los Caballeros, Toledo y Belascoain, un pueblito navarro desde el que se desplazaban a actuar a sitios cercanos. A Vitoria, por ejemplo. La calle era lo suyo y la improvisación su encanto ante un público atraído por esa manera de ser y componer. Por aquí, The Kelly Family se dejó ver con asiduidad a finales de los 80, en días de fiesta, como en la foto. En la plaza de Correos, seis de ellos montaron el tenderete y ofrecieron su folclore a cambio de un donativo.
Los vecinos de Zaramaga, como también el resto de vitorianos, disfrutan del centro cívico Iparralde desde el 20 de mayo de 1989, cuando abrió ocupando el viejo matadero municipal. En fechas cercanas también se inauguraron el Europa y Judimendi.
En la Vitoria de hace un siglo, casi coincidiendo en el tiempo (1925), abrieron dos salas, el Ideal Cinema en Ortiz de Zárate-Florida y el Teatro Príncipe, en San Prudencio, calle en la que ya estaba el Nuevo Teatro, el hoy Principal. El Ideal, obra de Luis Díaz Tolosana, tuvo la particularidad de ser el primer cinematógrafo exclusivo de la ciudad, el único dedicado a la proyección. Abrió con la película muda 'El jorobado de Nuestra Señora de París' el 1 de agosto de 1925 y pronto se convirtió en el predilecto por su confortable patio de butacas (900) y su pantalla, pequeña pero singular para la época. Además, llamaba la atención su hermosa fachada con esa marquesina que guarecía de la lluvia al espectador a la entrada. Vesa, que lo había comprado en 1949, lo reformó y rebautizó como 'Gran Cinema Albéniz' para reabrirlo el 3 de enero de 1976 con 'Tommy'. Pero cerró el 19 de marzo de 1985, sesenta años después, con 'Karate Kid' y fue demolido en 1987 para dejar sitio a viviendas y a la salida de los Cines Florida.
La madrugada del 2 de febrero de 1975, un recóndito pueblo alavés, Echávarri de Cuartango, sufrió el expolio de tres obras de arte de su iglesia, dos tallas del siglo XV y una virgen del XVII. Las pesquisas llevaron a la detención de seis vecinos de Bilbao a los dieciséis meses del robo, tras la venta de las piezas por dos millones de pesetas.
Con la Concha de Oro de 1991 y tres Goyas, entre ellos a Mejor Director Novel, por 'Alas de mariposa', el vitoriano Juanma Bajo Ulloa (1967) explotó su incipiente talento cinematográfico con el rodaje dos años después de su segundo largometraje. El cineasta escribió, produjo y dirigió con su hermano Eduardo 'La madre muerta', una cinta de suspense que combina los crímenes de un psicópata (Karra Elejalde), el trastorno mental de una joven (Ana Álvarez) y la obsesión del primero con la segunda por temor a que le reconociera como el asesino de su madre. Es una película desgarradora que trata del desafecto. «La falta de amor crea monstruos», llegó a decir de ella Bajo Ulloa a los veinticinco años de su producción. La estrenó en septiembre de 1993 en el Festival de Venecia y fue aplaudida por el público, galardonada y recibida por la crítica, como siempre en su caso, con disparidad. Envuelta en una atmósfera tétrica, la grabó en Vitoria (Molinuevo, Casco Viejo, La Florida, San Pedro, estación de Renfe...). En la imagen, el director se dirige a Álvarez, en el papel de la trastornada Leire, y a Gregoria Mangas, de 82 años, (la señora Millas), la segunda muerta en la película.
Entusiasmó a muchos y desencantó a quienes esperaban escucharle cantar más y sobre todo clásicos como 'Blowin' In The Wind' o 'Mister Tambourine Man', pero Bob Dylan a nadie dejó indiferente con su guitarra el 2 de julio de 1993 en el Pabellón Álava. Fueron dos horas y media de concierto de más a menos tras un inicio de sonido deficiente.
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