Un circo vascoparlante pasea sus animales por Dato

La informatización del padrón municipal de Vitoria en 1973 creó más de un problema a los organismos públicos. El sistema se enfrentó por primera vez a la extensión de los apellidos compuestos alaveses y por error técnico los redujo. Así por ejemplo González de Garibay se recortaba a González. La delegación de Estadística lo subsanó con la confección de otro censo.

La cultura vasca, silenciada durante la Guerra Civil y censurada después por el franquismo, encontró en el llamado movimiento 'Ez Dok Amairu' una forma de romper las ataduras, recuperar sus esencias y transmitirlas al pueblo a través de la canción, la danza, el euskera y los instrumentos populares. Detrás de la nueva corriente de vanguardia figuraban cantantes y escritores en lengua vasca que recorrían las localidades con sus festivales reivindicativos, de denuncia y esperanza, otra manera de expresión en tiempos convulsos. Fue Jorge Oteiza quien bautizó al grupo inspirándose en el cuento popular 'San Martinen estutasuna' ('El apuro de San Martín'), de Resurrección María de Azkue, que concluye con la frase 'Ez Dok Amairu' -traducida como 'No hay trece'-, esto es, como roto el maleficio. El colectivo montó el espectáculo 'Baga, biga, higa... sentikaria', el último antes de su disolución, que fue representado en el Teatro Guridi de Vitoria el 20 de marzo de 1971. En la imagen, Joxe Mari Zabala (de pie) y Xabier Lete. También participaron los hermanos Arza (Jesús y Joxan) y los Irigarai (Juan Miguel y José Ángel), Julián Beraetxe, Lurdes Iriondo, Kepa Garbizu, Mikel Laboa y Benito Lertxundi.

En cumplimiento del Reglamento de Actividades Molestas, Nocivas, Insalubres y Peligrosas, el Ayuntamiento de Vitoria ordenó el desalojo de vaquerías, establos, cuadras y corrales del núcleo urbano antes del 7 de marzo de 1972. A los propietarios y ocupantes de los referidos inmuebles se lo comunicó con cuatro meses de adelanto.

Salió lluvioso y tristón aquel martes 2 de octubre de 1973 en Vitoria, nada que retuviera a los profesores de autoescuela en sus academias y les impidiera celebrar como de costumbre su fiesta anual primero con una misa en Armentia, después al volante y finalmente en torno a un mantel y con mesura con el alcohol. Después de tanto consejo a los noveles, de más de una regañina al despistado y algún que otro choque de chapa a reparar por el carrocero, los sabios conductores se examinaron entre sí con una demostración de habilidades a los mandos de sus coches en el aparcamiento de Mendizorroza. Era cuando los SEAT 600, como el de la autoescuela Shanti retratado por Arqué, causaban admiración entre los automovilistas. Un vehículo capaz de acomodar en su interior a toda la familia, las maletas y la jaula del periquito. Hoy, 'El Ombligo' de cuatro ruedas es reliquia, añoranza. Con el Pabellón Municipal de Deportes recién construido, sin piscinas ni frontones aunque sí con campo de fútbol, ha sido tal el cambio experimentado por la plaza Amadeo García de Salazar que por ella transita hoy hasta el bus eléctrico inteligente.

Las obras para la apertura del pasaje General Álava-Postas provocaron el 6 de octubre de 1973 el hundimiento parcial del inmueble número 34 de la segunda calle en su parte trasera. Afectó a la farmacia de Gonzalo-Bilbao y al comercio 'Anny' y afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales.

La campaña 'Bateginik' ('Todos a una') nació para impulsar el aprendizaje y el uso del euskera; también para contribuir al crecimiento de las ikastolas en el País Vasco y Navarra. Entidades públicas y privadas, colectivos y personalidades de la cultura vasca en sus diversos frentes desarrollaron un programa de actividades por todos los rincones de Euskadi de dos meses de duración, desde marzo hasta mayo de 1988. Se trataba de recaudar 200 millones de pesetas para destinar a la construcción de nuevos centros de enseñanza en lengua vasca. Y qué mejor manera que, entre otras propuestas, traer un circo itinerante para llegar a grandes y pequeños, a todas las edades, con sus muchos atractivos. Los organizadores de la campaña contrataron al Circo Mundial, que incorporó a dos presentadores vascoparlantes a sus sesiones y un espectáculo de payasos euskaldunes.'El más difícil todavía' se paseó el 12 de marzo por el centro de Vitoria con su caravana de malabaristas, acróbatas, caballos, camellos, elefantes... De la calle Dato se adueñó el asombro de la magia y el todo es posible.

'Niños vascos evacuados en 1937' es un libro que testimonia el exilio infantil durante la Guerra Civil. Cientos de pequeños fueron acogidos en colonias de Bélgica, Gran Bretaña y la URSS. Algunos de ellos asistieron en Vitoria, el 3 de marzo de 1988, a la presentación de la obra, que se ilustra con 666 fotos de aquel drama humano.

El 14 de diciembre de 1980, nada más declarar «el estado de dicha permanente» a través de la megafonía del pabellón de Mendizorroza, el músico y cantautor egipcio-francés Georges Moustaki (1934-2013) provocó entre los asistentes a su concierto el encendido simultáneo de cientos de mecheros y cerillas. Se generó así un ambiente de paz, amistad, justicia y amor muy propio de las actuaciones del genial intérprete de ascendencia griega al que se rindieron los casi 4.000 espectadores que pagaron 400 pesetas por la entrada anticipada y 500 en taquilla hasta completar el aforo. Vestido de riguroso blanco, al igual que su grupo de cuatro, Moustaki, con su poblada barba y melena canosas a sus 46 años y acompañado de su inseparable Marta Contreras, cantó al Mayo del 68, a la revolución francesa del siglo XX. De la guitarra acústica al acordeón y de este a la guitarra clásica, el ídolo tiró de repertorio con 'Ma Liberté', 'Le petit homme et le grand homme', '17 Ans', 'Le métèque', 'Ma solitude', 'La bamba'... Con el público rendido tras dos bises, Giuseppe Mustacchi se despidió con un «eskerrik asko».

Con la culminación de las obras, el complejo deportivo de Mendizorroza absorbió en 1980 a los vitorianos que aguardaban en lista de espera a la obtención del abono. Se alcanzaron los 49.000 usuarios, a razón de dos por cada cinco habitantes. En la actualidad son más del doble los que disfrutan de la amplia red deportiva municipal.