La ambición vuela

Iñigo Crespo

Lunes, 17 de febrero 2020, 01:41 | Actualizado 12:03h.

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El aeropuerto descansa a oscuras tras una tarde ajetreada. Foronda esconde una actividad latente y su silencio transmite un deseo irrefrenable por albergar una mayor actividad. En cuestión de segundos, la terminal regresa de su letargo, pleno de iluminación y con un grupo de lo más heterogéneo, sin duda fiel a la inmensa arbitrariedad con la que uno puede toparse en un avión. A simple vista, no resulta sencillo encontrar demasiadas semejanzas entre el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, y los atletas Elena Loyo y Martín Fiz. Entre el diputado general de Álava, Ramiro González, y la empresaria María Unceta-Barrenechea; entre la presidenta de la Audiencia Provincial de Álava, Mercedes Guerrero, y el viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz... Hasta que deslizan una ambición arrolladora cuando echan a volar su imaginación y fantasean con un puente entre Nueva York, Fiyi y Pekín en el mismo Foronda.

En un primer reflejo, uno se teletransporta a lo más exótico, paradisiaco y remoto. Es la naturaleza humana. Pero poco después, deja hablar a la voz de la razón, ya sea en busca de la mejor oportunidad de negocio, un trampolín para la ciudad, para alimentar los recuerdos o perseguir el lugar soñado para entrenar. El alcalde y el diputado general no renuncian a su gran objetivo: Nueva York. Sin olvidar, como apunta Ramiro González, que antes «hay que trabajar los vuelos de media distancia y crecer en el número de pasajeros». Unceta-Barrenechea mira más por su negocio: pone el foco en comercializar sus artículos de cosmética entre las modelos rusas y aprovechar el viaje para ver el Bolshói de Moscú.

Es muy probable que, hasta entonces, Foronda conozca destinos más próximos en busca del crecimiento y su consolidación. La clave para la selección de los futuros enlaces está en la cantidad de «conexiones», según Mercedes Guerrero, que desearía «un mayor contacto con el resto de Europa».

Aunque hay quien exprime al máximo los trayectos como Pascal Gómez, quien trabaja «de cine» con la tableta a bordo, las ilusiones tampoco ocultan cierto temor a la hora de tomar los aviones entre los protagonistas. El viceconsejero de Transportes, algo «miedoso» con la aeronáutica (no es leve la paradoja), se refugia en una siesta o en un buen libro. Lo mismo hace Guerrero, mientras Ivan Igartua asume que sus elecciones literarias no son las más comunes. Su último compañero de viaje fue 'El caso en las lenguas africanas'. Algo ligerito, vamos.

Eso sí, nadie tan original al escoger su pasatiempo como Elena Loyo, que sobrelleva los vaivenes del aparato con ganchillo. «No puede hacer punto porque es capaz de clavarle la aguja a alguien», bromea Martín Fiz, que no dudaría en volar a Sevilla para disfrutar de «deporte y fiesta».

Pero si se trata de lanzarse a soñar con el aeropuerto de Foronda, el premio se lo lleva sin duda Gorka Urtaran. Hace hoy cuatro décadas, el alcalde acudió a la inauguración con un objetivo vital: ser piloto. «Mira, ese es DC10», dice sin pestañear al mirar una maqueta, mientras el resto se resigna a regresar a casa con la maleta vacía tras un fugaz rodeo por el planeta.

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Participan

Ramiro González (diputado general de Álava), Gorka Urtaran (alcalde de Vitoria), Antonio Aiz (viceconsejero de Transportes), Mercedes Guerrero (presidenta de la Audiencia de Álava), Ivan Igartua (vicerrector del campus de la UPV en Álava), Pascal Gómez (presidente de SEA-Empresas Alavesas), Martín Fiz y Elena Loyo (atletas), María Unceta- Barrenechea (investigadora y empresaria), Carmen Barco (trabajadora de Iberia).