370.000 euros más para que el parque de Miñano tenga carril bici

La idea es que el bidegorri entre en funcionamiento el próximo verano, una tarea harto complicada, por lo que es necesario que el concurso actual resulte exitoso y no vuelva a fracasar. El recorrido partirá desde el puente de Gamarra Mayor, que forma parte del Anillo Verde de Vitoria. En un primer tramo aprovechará el camino de 2,1 kilómetros que existe hasta la base militar de Araca, de ahí seguirá 1,8 kilómetros por una pista paralela a la carretera N-240 y en la parte final ocupará 1,4 kilómetros de un camino rural. Todo se realizará de manera segregada para garantizar la seguridad de los bicicleteros.

A diario, 3.500 personas acuden a su puesto de trabajo en este parque y la inmensa mayoría lo hace en coche. El objetivo es reducir esos desplazamientos en automóvil dado que, de media, suponen el 70% y sólo el 16% de los empleados de los polígonos industriales acuden a golpe de pedal. En los aparcamientos de las empresas instaladas en el parque tecnológico se observan algunas bicis, pero son muy pocas ya que tienen que pedalear entre coches y eso provoca que muchos aún no se atrevan.

Así, se quiere aprovechar el buen momento que vive ahora mismo Miñano, donde casi el 100% de su superficie se encuentra ocupada tras la apertura de nuevos espacios por parte de Robotekin, Eurocybcar y la cooperativa i+Med.

Se trata de un recorrido catalogado de «alta prioridad» dentro del Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas e Itinerarios Verdes y la Estrategia de la Bicicleta de Álava. La nueva conexión tendrá una longitud de algo más de cinco kilómetros, aunque con un «mínimo desnivel» que hará más llevadera la ruta de ida y vuelta. Una de las novedades es que el bidegorri contará con un sistema de iluminación LED para facilitar su uso en horas sin luz natural. El sistema, que supondrá la colocación de farolas cada treinta metros, se activará con la detección de usuarios.

El carril bici hasta Miñano dispondrá de una calzada de 2,60 metros de ancho, una berma (el lateral de la calzada) izquierda de cincuenta centímetros y otra en el lado derecho de un metro que estará destinada a albergar la instalación del alumbrado. El proyecto cruza sobre cinco pequeños arroyos que ni siquiera tienen nombre y en la parte final discurre en la margen derecha del cauce del río Retana, también conocido como La Quina, sin afectarlo.