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Iosu Cueto
Miércoles, 10 de mayo 2017, 02:14
Gritan, amenazan y humillan a sus padres. También los hay que dan portazos o rompen objetos contra el suelo tras recibir un no por respuesta. Y hay chavales que incluso desaparecen sin decir nada, ignorando las consecuencias. No son casos aislados sino enfrentamientos reiterados. Y ... aunque muchos progenitores prefieren restarles importancia, el Ayuntamiento cree que ha llegado el momento de intervenir «antes de que todo derive en un episodio grave de violencia física». El Departamento municipal de Políticas Sociales presentó ayer un innovador programa de intervención precoz en situaciones de violencia filio-parental la ejercida por hijos sobre sus progenitores que atiende ya a ocho familias vitorianas. El plan está dirigido a menores de entre 12 y 17 años que participan en sesiones grupales e individuales con el apoyo de expertos. Hay dos objetivos claros: restablecer la autoridad de los tutores y reducir estos episodios gracias a herramientas que sirvan para controlarse en determinados momentos de tensión.
El concejal de Políticas Sociales, Peio López de Munain, presentó ayer el programa, que tiene capacidad para atender a hasta 35 familias y que se desarrollará durante 18 meses tras una inversión municipal de 110.000 euros. El edil socialista reveló que, según los datos de la Policía Local, en 2016 se recibieron 9 denuncias por este tipo de episodios, frente a las 17 de 2015 y 2014 y las 7 de 2013.
La violencia filio-parental, agregó, es ejercida en distintos modos psicológica, económica mediante la sustracción de dinero o física, con el fin de dominar a los padres. «Es una epidemia oculta, difícil de cuantificar por la vergüenza y el temor a denunciar a un hijo. Pero son comportamientos que pueden prolongarse en el tiempo y aumentar de intensidad si no intervenimos», advirtió.
El nuevo programa impulsado por el Servicio de Infancia y Familia intentará identificar el problema y conseguir algo que los expertos consideran fundamental: «Hacer ver a ambas partes la dimensión del mismo, porque muchas veces se tiende a restar importancia a estos conflictos».
Seis meses
Para corregir estas situaciones, el Ayuntamiento recurrirá a técnicos municipales y a tres psicólogos mientras la UPV estudia la evolución del programa. Cada caso será atendido durante seis meses con sesiones semanales de hora y media. Los interesados pueden acudir a los servicios sociales de base o llamar al teléfono 647304752.
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