Arqueólogos de la UPV excavarán dos búnkeres de la Guerra Civil en Álava

Los búnkeres se encuentran en una pradera, desde la que se controlan el embalse de Urrunaga y la carretera N-240 entre Legutio y Ubidea. Se trata de dos recintos cuadrados de cemento que forman un pequeño sistema defensivo. En verano-otoño de 1936, esta zona era una peligrosa «tierra de nadie», tal como lo demuestra el hecho de que muy cerca de ahí, en Elosu, partidas incontroladas llevasen a cabo el fusilamiento extrajudicial de 17 vecinos del pueblo. Más tarde, en ese punto se inició la Batalla de Villarreal, la única ofensiva republicana vasca en la Guerra Civil que se saldó con 1.600 muertos y desaparecidos, y unos 5.500 heridos. Tras el fiasco que supuso esa ofensiva, ambos bandos tomaron una actitud defensiva y se dedicaron a fortificar fuertemente esa zona del frente vasco. Entonces fue cuando se construyeron fortines como los que se van a someter a estudio en Ketura.

Estos búnkeres conservan grafitis originales de la época sobre el cemento, en los que se puede leer su fecha de construcción (Marzo-10-1937), el destacamento que los guarnecía (Batallón Madrid) y algunos nombres propios (Pablo Mendieta, Fidel Fernández, etc.). Una hoz y un martillo de grandes dimensiones sobre la cubierta de un fortín han permanecido en la instalación durante décadas, incluidas las de la dictadura. El mencionado Batallón Madrid corresponde al UGT-5 del Ejército Vasco, en el que combatió, entre otros, el célebre socialista Ramón Rubial (que en la Transición fue presidente del Consejo General Vasco y figura clave en la preparación del Estatuto de Gernika).

Hasta el 14 de mayo, el equipo arqueológico de la UPV estudiará este conjunto histórico, y realizará labores de consolidación y adecuación para su visita. Este proyecto se enmarca en el programa Paisaia ahaztuak (paisajes olvidados) 1936-1937', financiado por el Gobierno vasco y desarrollado este año con el objetivo de documentar y divulgar el conocimiento arqueológico del frente alavés en la Guerra Civil. Además, cuenta con el apoyo de la Junta de Elosu, el Ayuntamiento de Zigoitia y el Grupo de Investigación en Patrimonio Construido (GPAC). Estas labores cuentan con una financiación inicial de 8.000 euros.