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Iosu Cueto
Jueves, 27 de abril 2017, 13:38
El rechazo de Endesa a la propuesta de su socia, Iberdrola, de cerrar de forma definitiva la central nuclear de Garoña ha cído como un jarro de agua fría en el Ayuntamiento de Vitoria. El alcalde, Gorka Urtaran, ha asegurado que está «indignado» con este giro y ha aprovechado para exigir al Gobierno central que tome medidas «cuanto antes», sin esperar a agosto como estaba previsto. «Exijo a Rajoy que tome una decisión ya y que se proceda al cierre y desmantelamiento de la planta», ha dicho.
El regidor jeltzale se ha referido así al resultado del consejo de administración de Nuclenor, la empresa que gesstiona la central nuclear de Garoña (Burgos), celebrado el miércoles. La reunión reveló las posturas antagónicas que mantienen los dos socios de la instalación Iberdrola y Endesa a cuenta de su posible cierre. El órgano de dirección de la firma denegó la propuesta de la eléctrica presidida por Ignacio Galán para que la central desista definitivamente de su actividad por los problemas económicos que acumula.
Los consejeros de Endesa se opusieron a aceptar la proposición de Iberdrola, con lo que Nuclenor esperará a que el Gobierno central emita el informe con las condiciones para su posible reapertura. Energía tiene que publicar ese documento antes del 8 de agosto, fecha en la que vence el plazo después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) permitiera que Garoña pudiera volver a la red tras cinco años inactiva.
Con el futuro de la instalación bloqueado tras este consejo, Iberdrola se plantea ahora ejerci-tar algunas accioes contra su propio socio en Nuclenor. La eléctrica considera que «no tiene obligación de soportar los perjuicios que conlleva esta decisión» de no instar al cierre de la planta. Y añade que «debe asegurarse de que esta situación, a la que debe ponerse fin, no se prolonga en el futuro», según fuentes de la corporación. La votación del miércoles llegó ape-nas unas horas de¬pués de que el presidente de Endesa, Borja Prado, aclarara que su compañía tomará la decisión que corresponda con respecto a la planta de Garoña «cuando se pronuncie el Gobierno». Su respuesta a la petición de Ignacio Galán fue más allá al insinuar que no da por cerrada esta nuclear. «Nuestros negocios tienen que ser financieramente viables y ese día tomaremos la decisión», dijo sin descartar que la instalación siga en pie.
Una vez certificado este encontronazo empresarial entre los socios de Garoña, el alcalde de Vitoria ha abandonado su habitual tono conciliador para asegurar que respeta la opinión de Endesa y entiende que una empresa busque «el mejor rendimiento económico», pero recordó que el cierre de la instalación es una «vieja reclamación» tanto de la provincia como de su propio partido, el PNV. «Se está despreciando el grito de la ciudadanía alavesa y vasca», ha agregado.
A su juicio, el Gobierno central debe ser «valiente» y tomar una decisión «hoy mismo» teniendo en cuenta que la reapertura de Garoña sería «un riesgo inasumible». Urtaran ha lamentado que esta polémica se haya alargado en el tiempo y siga sin solución. «Me da la impresión de que aquí se han ido pasando la patata caliente de unos a otros», ha remachado.
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