El ataque con arma blanca ocurrió el domingo en una celda de la prisión alavesa.

Un funcionario salva la vida a un preso apuñalado en la cárcel de Álava

La víctima recibió un navajazo en el cuello, que fue taponado con una toalla por un empleado de la prisión alavesa

David González

Martes, 25 de octubre 2016, 02:38

Ingresó en Urgencias del hospital Santiago «hecho un colador». Tenía navajazos, arañazos y golpes por todo el cuerpo. Pero lo que realmente preocupó a los facultativos fue la herida en el cuello. La víctima es un preso de la cárcel provincial de Álava, más conocida ... como Zaballa, y condenado por agresión sexual. Le atacó otro reo en una acción «premeditada» y «estudiada». Los médicos consiguieron estabilizarle, aunque la primera atención de un funcionario de prisiones resultó clave para evitar su muerte.

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Según ha sabido este periódico, este incidente ocurrió la mañana del domingo en la celda que ocupa este sujeto desde hace muchos meses. El atacante, presuntamente armado con una navaja de seis centímetros de filo, le abordó por sorpresa y le empezó a asestar puñaladas. Sobre todo, en la cara y en la parte superior del cuerpo.

La víctima, un veterano de Zaballa, se defendió con un bolígrafo. Lo usó a modo a objeto punzante. Entre esta estrategia y sus gritos, ganó unos segundos preciosos hasta que el agresor optó por abandonarle. Yacía moribundo cuando otro interno dio la voz de alarma. Y los dos primeros funcionarios de prisiones que acudieron le libraron de una muerte segura casi con toda probabilidad.

Mientras uno solicitaba recursos médicos, el otro le taponó la herida del cuello con una toalla, prestada por otro preso que nada tuvo que ver con la agresión. A pesar de que llegó a entrarle sangre en los pulmones, esa maniobra resultó «providencial», enfatizan fuentes sanitarias.

Una ambulancia medicalizada le trasladó de urgencia a Santiago. En el céntrico hospital lograron estabilizarle. Horas más tarde, como marca el protocolo para estos episodios, ingresaron a este hombre en el ala penitenciaria de Txagorritxu. Allí permanece ingresado. Se trata de un agresor sexual reincidente.

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Lavarse y a desayunar

Con la víctima fuera de peligro, quedaba descubrir la identidad del atacante. La revisión de las cámaras de seguridad, según ha sabido este periódico, permitió ponerle cara. Es otro recluso de larga duración. Después de supuestamente acuchillarle en el interior de la celda, este individuo fue a lavarse las manos y acudió al comedor comunitario. Desayunó como cualquier otra mañana.

La investigación interna no sólo ha destapado su supuesta autoría, sino que ha señalado a otros reclusos como presuntos cómplices. También se ha recuperado el arma del ataque. Todos los implicados se enfrentan por este episodio a una nueva condena.

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