La Florida, territorio Pokémon

Como él, cientos de jóvenes y niños tomaron el parque desde las cinco de la tarde. Este recinto se convirtió durante dos horas en territorio Pokémon aunque habitualmente suelen juntarse allí decenas de chavales a diario. «Es tranquilo, con mucho sitio para sentarse y un buen surtido de Pokémon. Sobre todo, evoluciones difíciles de conseguir», explicaba Cristina, una de las asiduas.

Una forofa de 60 años

Y entre la multitud se encontraba Manoli García, a la que sus nietos han convertido en una forofa de Pokémon Go. Con 60 años maneja su móvil con destreza y enseña orgullosa su colección, con ejemplos de gran nivel que ha cazado mientras pasea por Vitoria. «He traído también la tablet por si se gasta la batería. Pero donde se cogen más es en el tranvía y el bus. Aquí hoy no hay mucho», protestaba.

Su hija Ainhoa la observaba orgullosa admitiendo que también ella caza de vez en cuando. Pero porque sus hijos Gaizka, de 7, y Ekaitz, de 10, utilizan los móviles paternos para jugar. «Son fanáticos totales, y lo compartimos en familia. Cuando llego a casa y les digo los que les he cazado, se emocionan», relataba.