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Alberto Canto
Martes, 5 de julio 2016, 02:41
Foronda está a punto de perder toda la operativa del verano a las islas Baleares. Si la semana pasada, Aena, la sociedad que gestiona los aeropuertos españoles, avisó a Air Nostrum, la compañía que pone los aviones, de que no podía atender los vuelos ante ... la negativa de la inspección de trabajo a aceptar nuevas contrataciones eventuales y traslados de otras terminales mientras dure la huelga, ahora ha sido Soltour, la mayorista encargada de la programación estival, la que ha alertado del riesgo que corren estas operaciones.
Javier Castillo, director general de Soltour, reconoció ayer a EL CORREO que la situación que se vive en Foronda, con una huelga indefinida desde el pasado 25 de abril, hace «muy complicado» que los vuelos puedan salir desde la terminal alavesa. La mayorista fue la elegida por Vitoria International Airport (VIA), la sociedad que promociona el aeropuerto alavés, para fletar vuelos semanales a Palma de Mallorca y Mahón todos los domingos de julio y agosto. En un principio, también se incluían enlaces a Lisboa en agosto, que fueran cancelados ante la baja demanda. «Todo lo que está ocurriendo nos está haciendo mucho daño porque somos una empresa privada. Además, ahora se están produciendo más cancelaciones que ventas», insistió Castillo.
La mayorista está a la espera de que Aena le comunique si puede volar o no, aunque todo apunta a que será imposible operar en Foronda durante el día franja en la que están previstos estos vuelos veraniegos, ya que existe un impedimento legal para que trabajadores ajenos a la actual plantilla atiendan estas operaciones mientras persistan los paros. «El jueves de la semana pasada nos dijeron que los aviones no podrían entrar por lo que se decidió trasladar a los pasajeros en autobús a otro aeropuerto. Pero se trata de promocionar Vitoria como ya hemos hecho nosotros los últimos tres años. Si no salen desde Foronda, no tiene sentido ofrecerlos», reflexionó. «Si nos vuelven a denegar el permiso, no podremos operar», zanjó el director general.
Inspección de Trabajo
Lo cierto es que Aena ya ha eliminado de la programación de vuelos las salidas a las islas Baleares, con sus correspondientes aterrizajes. Una situación similar a la que se vivió ayer con el vuelo chárter a Dubrovnic, que se realizó desde Loiu.
Y mientras, la huelga prosigue sin que se atisbe una solución a corto plazo. Tras haber ofrecido el comité la opción de que fuera un mediador el que pudiera poner fin al conflicto, posibilidad rechazada por Aena, las dos partes parecen esperar ahora a lo que decidan los tribunales sobre el contencioso del convenio colectivo mejoras en la atención de vuelos a la demanda, principalmente que enfrentó a las dos partes en la Inspección de Trabajo el 22 de junio. Sin embargo, nadie se atreve a pronosticar cuándo se hará pública la sentencia.
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