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elcorreo.com
Martes, 10 de mayo 2016, 11:53
El grupo municipal del Partido Popular en Vitoria ha reclamado esta mañana al Gabinete Urtaran que el radar móvil de la Policía Local pueda estacionar y controlar el tráfico, como hasta ahora, solo en los puntos señalizados en las calzadas de la ciudad y que ... son de conocimiento público. El concejal del PP Alfredo Iturricha ha hecho este llamamiento al gobierno del PNV después de que el anterior responsable de Seguridad Ciudanda, Borja Belandia, anunciase en abril su intención de que este radar móvil volviera a multar en cualquier punto de la ciudad, sin señalizar dónde se ubica. El PP, ha anunciado Iturricha, preguntará mañana en Comisión al nuevo titular del área, Iñaki Prusilla, sobre sus intenciones al respecto.
Los populares no están de acuerdo con que el radar móvil de la Policía de Vitoria pueda volver a multar sin tener que señalizar su ubicación y creen que la motivación real del PNV es «aumentar la recaudación». Iturricha ha aportado datos de la memoria de Policía Local del año pasado, que dice que «la tendencia de siniestralidad se mantiene a la baja y disminuye el número de víctimas por accidente de tráfico», por lo que el concejal se ha preguntado: «¿Cuál es la motivación real del PNV para querer hacer este cambio?».
«Con estos datos, solo se me ocurre que el PNV quiere volver a la situación anterior por afán recaudatorio», asegura el edil del PP, que ha explicado que el número de sanciones por el radar móvil ha bajado «considerablemente», un 20%, pasando de 15.902 multas en 2014 a 12.797 en 2015. «Teniendo en cuenta que las multas por el radar móvil de la Policía de Vitoria pueden oscilar de los 100 euros a los 500, según la gravedad de las mismas, se produce un impacto importante en la recaudación municipal», ha varlorado Iturricha.
En 2013 el Gobierno de Javier Maroto determinó los 40 puntos a los que se limitaría la presencia del Focus. Todos ellos se pintaron sobre el asfalto y se hicieron públicos para conocimiento de los conductores, al entender que esto contribuía a reducir la velocidad en la ciudad y que era mejor la vía de la prevención que la sanción. La actividad del radar había causado diversas polémicas públicas al ubicarse en zonas prohibuidas parae stacionar, como sobre una acera, pasos de cebra, en una isleta u otros lugares prohibidos al estacionamiento y que podían resultar peligrosos para el resto de conductores.
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