Los cuatro jubilados de Llodio que este fin de semana emprenden viaja a El Rocío.

Animalistas denuncian el intento de cuatro alaveses de recorrer mil kilómetros en mula hasta Huelva

Una asociación advierte de que los animales, que inician el viaje este fin de semana, sufrirán una «tortura» al tener que recorrer la Península «de punta a punta» en 45 días

ELCORREO.COM

Jueves, 31 de marzo 2016, 18:44

La Asociación Winston, de ayuda a caballos maltratados, ha denunciado la intención de cuatro jubilados de Llodio de recorrer casi mil kilómetros en una carreta tirada por dos mulas, para asistir a la romería de El Rocío (Huelva). Para este colectivo, esta iniciativa es «un ... claro acto de maltrato animal», por lo que ha reclamado que se suspenda esta «tortura» que podría acabar con la vida de estos animales.

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Esta asociación ha solicitado a la Diputación Foral de Álava que analice si los dueños de estos animales tienen en regla todos requisitos administrativos, como la cartilla sanitaria equina y el registro ganadero. La Asociación Winston ha asegurado que entre el 2007 y 2014 murieron más de 107 equinos en la romería de El Rocío debido al «sobreesfuerzo» que deben realizar para tirar de los carros de los participantes en esta celebración. Este colectivo ha explicado que estos animales sufren «cólicos por torsión», provocados por factores como un gran esfuerzo puntual o continuado, un cambio de alimentación y falta de agua.

En el caso de las dos mulas con las que los cuatro jubilados alaveses tratarán de llegar hasta El Rocío, ha destacado que deberán hacer un recorrido de cerca de mil kilómetros, algo que para este colectivo es «un claro acto de maltrato animal». «Cada persona es muy libre de intentar los retos que considere oportunos, siempre y cuando estos no consistan en torturar a seres indefensos», ha advertido.

La asociación ha destacado que estos dos equinos deberán recorrer la Península «de punta a punta», sin un veterinario que pueda «verificar» su estado. «Teniendo en cuenta que sería un viaje de 45 días, los animales harían una media de 30 kilómetros al día sin control», ha explicado. Esto, según denuncian, «vulnera» las diferentes normativas de bienestar animal. Por ese motivo, ha reclamado que se suspenda esta «tortura».

El reto de cuatro jubilados de Llodio

Andrés Garmilla, José Ramón Larisgoitia, Adolfo Guerrero y Pedro Zayas, «cuatro jubilados llodianos», empezaron hace seis años a soñar con el proyecto de recorrer algo más de mil kilómetros, para llevar a San Roque en el estandarte hasta el Rocío, en Huelva. «Desde entonces ponemos 50 euros todos los meses para financiar los gastos, que ascienden ya a 14.000 euros». Los cuatro amigos se han hecho con un carro especialmente adaptado y dos mulas, "Txaro" y "Txula", que tirarán de él. «Lo más complicado ha sido hacernos con los animales», explican; porque dos de ellos tienen experiencia con caballos, «pero no sabíamos nada de enganches». Así que tras adaptar el carro, que compraron a un aventurero tafallés que ya recorrió con él el Camino de Santiago, desde diciembre andan enfrascados en «domar» a las dos mulas. Ya han recorrido varios cientos de kilómetros por tierras ayalesas como entrenamiento, aunque la aventura empezará este viernes 1 de abril.

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Este viernes, «presentaremos la peregrinación en la plaza Aldai de Llodio acompañados de familiares y amigos, y el día 2 empezaremos a andar» desde Luiaondo, donde guardan los animales y todo su equipo. El carro, equipado con una placa solar, les permitirá abastecerse de energía para los teléfonos móviles y en el carro han cargado ya el menaje imprescindible para «comer bien». Nunca faltará queso, jamón, una botella de vino y «café de puchero». Se levantarán de madrugada para llegar al destino hacia las tres de la tarde, «con una media de 30 kilómetros diarios». En medio, los pueblos, sus gentes, la gastronomía local y la reposición de víveres.

Llegar a la meseta

Tres de ellos bajarán del carro en las zonas empinadas para empujar durante la subida. Para empezar tendrán que salvar el salto hasta la meseta a través de Txibirate «por un camino de carros que es el mejor para nosotros, aunque será la peor etapa». Desde allí a Miranda y a Burgos, para pasar después por Valladolid, Salamanca, la Sierra de Francia, Cáceres y Zafra y llegar el día 8 de mayo al parque sevillano de La Corchuela. «Pararemos cada cinco días para dar descanso a los animales una jornada entera, dormir en una cama y ducharnos a gusto», explican, aunque tendrán que hacer guardias «porque las mulas no pueden estar nunca solas», aclaran. Salvo estas ocasiones, dormirán en el carro y en una tienda de campaña. Si llueve desplegarán el toldo para cobijarse.

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Ya en Sevilla, se unirán a la hermandad cordobesa de Lucena, «que nos ha admitido como hermanos», y seguirán el camino con ella. Cumplirán el ritual de «bautizarse» con sus nuevos nombres rocieros en el arroyo Quema y compartir la casa que la hermandad tiene en Almonte. A partir de su encuentro con los cordobeses, los llodianos harán el camino del Rocío como cofrades de San Roque, vestidos con camisa y pantalón blanco y faja roja, «el mismo que usamos para la procesión del santo en Llodio».

El camino del Rocío y la convivencia en Almonte se prolongará hasta el 16 de mayo, cuando ya haya concluido el salto de la verja y los romeros vuelvan a sus puntos de origen. «Nosotros tenemos contactos con tres muleros para vender los animales y, si es posible, el carro y regresar a casa mes y medio después de la partida».

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