Iker Tapie e Iñigo Liges con el trofeo de EL CORREO

«Gritaban en idiomas que no conocías, no había orden, la situación te sobrepasaba»

Los bomberos Iker Tapia e Iñigo Liger, ‘Alaveses de enero’, han colaborado durante 20 días en labores de rescate a refugiados en Grecia

paula napal

Sábado, 13 de febrero 2016, 00:54

Veinte días que se han pasado como cuatro. Esta ha sido la sensación de los bomberos de Aguirrelanda Iñigo Liger e Iker Tapia, que el 9 de enero partieron rumbo a la isla de Quíos, en la costa griega, para colaborar como parte del equipo ... de Salvamento Marítimo Humanitario (SMH). Esta organización vasca traslada en turnos de 20 días a especialistas del rescate marítimo a ayudar a los refugiados. ELCORREO ha decidido premiar con el galardón de Alavés de enero a estos dos profesionales por su labor desinteresada en el mar Egeo, en la que han dirigido a unos 300 exiliados de guerra al día hasta su salvación en Europa.

Publicidad

Han recibido el galardón por su trabajo a través de SMH. ¿Qué papel juegan las ONG en la ayuda a los refugiados?

Iker Tapia: Juegan todos los papeles. No hay ningún tipo de ayuda que se les dé a los refugiados que no sea por medio de las ONG, ni institucional ni gubernamental, ya sea griega o europea. No sé que sería de toda la gente que viene si las ONG no hiciesen el trabajo que hacen.

¿Qué significa para ustedes recibir este premio de ELCORREO?

Iñigo Liger: Estamos un poco abrumados. Personalmente no me considero ningún héroe. Debo recordar, en todo caso, a los compañeros de Salvamento Marítimo Humanitario. Son muchas personas haciendo un trabajo de base, como recolectas o campañas aquí en el País Vasco, para que el equipo podamos trabajar allá. También quienes han realizado donaciones y los compañeros que ahora mismo están allá. Después de días de temporal la gente se ha acumulado y han llegado muchos de golpe, han estado toda la noche en el agua.

¿Cómo es el balance de su estancia en Quíos?

Tapia: Por un lado contento, porque haces una gran labor, no te vas con la sensación de no he hecho tanto; y por otro, triste por ver que aquella situación va a ir a peor, la gente sigue esperando cruzar la frontera. Cuando vuelves estás tan cansado que quieres reposar, luego vienen unos días de torbellinos en la cabeza y ahora, analizando todo, ves que ha sido una experiencia increíble. En la medida que me necesiten y pueda, voy a volver.

Liger: Si es necesario yo también volveré, y parece lo que será. Un bombardeo en Alepo produjo el otro día una marea de 15.000 exiliados que tratan de pasar a la frontera turca. Son ya dos millones de personas en Turquía, con las consecuencias que ello conlleva.

Publicidad

¿Cuál es la imagen que les viene ahora a su mente después de esta experiencia?

Tapia: El momento de ajetreo rodeados, una vez llegados a tierra, de 70 personas bajando de un bote y nosotros con la luz única de cuatro linternas. Ellos gritaban en idiomas que no conocías, intentabas llevar un orden que no podías llevar, la situación te sobrepasaba.

Liger: Yo recuerdo dos sensaciones: el frío que hemos pasado, muy intenso, y la música del móvil cuando sonaba la alarma. Tengo que cambiar ya las canciones de las alarmas porque ahora cuando me suenan todavía me despierto allí.

Publicidad

¿Les ha cambiado de forma personal esta estancia en Quíos?

Tapia: No. Es más, los que decidimos ir allí ya tenemos una forma de ser y un motivo por el que ir. Ir allí sólo refuerza esas ideas.

Liger: Así es, sirve de reafirmación. Aquí somos unos privilegiados y al volver de una situación como la de Quíos te das aún más cuenta.

¿Creen que la resolución de este problema corresponde a los políticos o que la gente de a pie puede tomar partido?

Tapia: Creo que no podemos hacer cambiar a los políticos, están a lo suyo y no bajan a ver lo que pasa. Pero sí a un grupo de personas para que una parte de la sociedad opine de cierta manera. Cuando el Gobierno necesita de la solidaridad del pueblo para solucionar estos problemas, el primero se vuelve pobre y el segundo grande.

Publicidad

Liger: La religión y el Gobierno influyen mucho en las personas, pero nuestra capacidad de cambiar a los gobiernos es reducida.

Casas vacías

El Gobierno se comprometió en septiembre a acoger a más de 16.000 refugiados y sólo han llegado 18.

Liger: Es lamentable, Líbano ha acogido ya a más de millón y medio y la misma Grecia, que pasa por una crisis tremenda, también ha auxiliado a muchísimos. Europa tiene que hacer balance, durante muchos siglos se ha enriquecido a base de la expoliación y es hora de que devuelva algo.

Publicidad

¿Vitoria debería aportar más?

Tapia: Una parroquia de aquí cada año colabora con un proyecto y en éste van a ayudarnos al SMH. El cura me contó que hay gente de Vitoria que ha entregado sus casas vacías para que vivan los refugiados. Han quedado a disposición del Ayuntamiento y siguen vacías porque los refugiados no llegan.

Liger: Los gobiernos están yendo ahora mismo muy por detrás de la sociedad, ya sea por torpeza o incapacidad. No dan salida a toda esa ayuda que la gente ofrece.

¿Animarían a la gente a viajar para ayudar como ustedes?

Noticia Patrocinada

Liger: Cada uno que eche una mano como pueda, ya sea yendo allí o haciendo pequeñas donaciones a SMH (en la cuenta bancaria 3035 0235 2223 5003 8982, de Caja Laboral) o a cualquier otra ONG, que hay muchísimas.

Tapia: Que no se asuste nadie por no saber qué hacer si viaja allí. No todos saltan al agua, la mayoría se encarga de dar ropa seca a los refugiados y recoger la suya mojada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad