Los nuevos contenedores accesibles mantienen las barreras

A la hora de demostrarlo, bolsa en mano, sólo alcanza el orificio del contenedor gris tras ejecutar varias maniobras con su silla, con el riesgo añadido de caerse. «El otro día casi me pasa», denuncia.

Además, frente a esos contenedores surgen otros obstáculos, como el depósito para vidrio, unos árboles y hasta las cajas vacías de un comercio cercano. En el entorno de la calle Blas de Otero aún no ha encontrado una isla de reciclaje con los nuevos recipientes accesibles que esté sobre la acera, lo que le permitiría acercarse sin problemas, salvo que las ruedas de su silla choquen con la barra metálica del gris, que le supone una barrera añadida. «Son peores que los antiguos», valora. Incluso hay días que, al estar lleno el interior, el agujero accesible acaba taponado. Por eso, Javier reclama una solución. «No es un capricho; es una lucha de varios años. A ver si ahora nos hacen caso», insinúa.

Sobre plataformas

El colectivo de personas con movilidad reducida cuenta con el apoyo del PSE que, en la próxima comisión de Medio Ambiente, volverá a insistir en la necesidad de elaborar un mapa de Vitoria en el que se reserven lugares para que esas islas reposen sobre la acera. Es una vieja reivindicación que, pensaban, se resolvería con la implantación del nuevo modelo, pero ya han constatado que el problema se repite. «Vamos a exigir, una vez más, la realización de un estudio para determinar la mejor ubicación de los contenedores de reciclaje, de tal modo que ofrezcan el mejor servicio y sean accesibles a todos», insiste el portavoz socialista Peio López de Munain.

A su juicio, «la solución a la falta de accesibilidad de muchos de estos contenedores es fácil: pasaría por colocarlos sobre las aceras o en plataformas», ya que la situación actual es insostenible. «Se da la paradoja de que tenemos contenedores accesibles totalmente inaccesibles, porque por su ubicación las personas en silla de ruedas no pueden acceder a ellos», reprocha el edil. Desde Eginaren Eginez, la asociación que agrupa a los vitorianos con movilidad reducida, se plantean las mismas soluciones para acabar con esta situación.

«Hemos esperado muchos años a que se adaptasen los contenedores, la ley obligaba a ello desde 1997, pero ahora que se han gastado el dinero en unos nuevos anulan la accesibilidad colocándolos en la carretera. Parece que a veces no se piensan las cosas», cuestionan desde la agrupación. Porque, además, se han visto obligados a denunciar en los tribunales los problemas que genera el diseño de este modelo. «Con la altura que alcanza la basura en el interior, la boca a los 90 centímetros se acaba anulando, ya que no hay separación de compartimentos», alertan, reclamando que hagan esa división.