El palacio de los Álava-Esquível, en la calle Herrería, tiene problemas en la cubierta, la fachada y también de humedades.

El Ayuntamiento denuncia a Tánger para que repare ya el palacio Álava-Esquível

El Gabinete Urtaran no descarta el embargo de este edificio del siglo XV si el municipio marroquí no acomete «en breve» la necesaria rehabilitación

ander carazo

Lunes, 28 de diciembre 2015, 00:59

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El palacio de los Álava-Esquível, en la calle Herrería, se ha convertido en un auténtico peligro para sus habitantes y los viandantes que caminan por el Casco Medieval. Una red cubre desde hace tiempo su noble fachada para evitar desprendimientos y se han tenido ... que fijar otra serie de medidas para garantizar la seguridad. Su propietario, el municipio marroquí de Tánger, ha hecho oídos sordos a los continuos requerimientos del Ayuntamiento de Vitoria. Por esa razón, el Gabinete de Gorka Urtaran va a reiniciar la tramitación de expedientes de disciplina urbanística que, incluso, «pueden concluir con el embargo del edificio».

En el mes de octubre, dos representantes legales de Tánger mantuvieron una reunión con responsables del equipo de gobierno jeltzale. En ese encuentro se mostró la disposición de sus clientes a corregir esta situación como consecuencia del cambio de ciclo que se ha registrado al frente de la localidad marroquí y que, según ellos, conllevaba «una voluntad de solucionar los problemas pendientes» con la capital alavesa.

«Nos contaron una historia muy interesante de que se iba a enmendar la situación en su totalidad y que iban a presentar un proyecto de rehabilitación. Nosotros les agradecimos esas buenas palabras, pero les dejamos claro que no eran suficientes por los reiterados incumplimientos que han cometido a lo largo de los años», señala el coordinador de Urbanismo y Medio Ambiente, Álvaro Iturritxa.

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Dos meses después, y ante la falta de cualquier proyecto de rehabilitación que resuelva los problemas de seguridad y de calidad residencial, el Gabinete Urtaran ha denunciado la situación actual por lo que se le abrirán nuevos expedientes. «Se les ha acabado el periodo de gracia», afirma Iturritxa, que comenta cómo varios vecinos de la almendra han denunciado en el Ayuntamiento que «se está interviniendo dentro del edificio y en la fachada» sin que exista la correspondiente autorización.

Una infracción grave porque se trata de un edificio «protegido» del siglo XV que incluso dio cobijo a Francisco I de Francia y Lord Wellington. El Consistorio de la capital alavesa también cree imprescindible la consolidación de la cubierta, la reparación en la fachada y la eliminación de las peligrosas humedades.

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Visto el poco éxito que ha tenido la interlocución con los abogados de Tánger, el Ayuntamiento vitoriano pretende contactar a través del Ejecutivo vasco con Abdeslam Medina, cónsul general del Reino alauita, para mantener un contacto directo con la municipalidad.

Herencia del duque de Tovar

Desde hace años, el Gobierno tangerino ha mostrado una manifiesta pasividad respecto a este histórico inmueble. De hecho, el Consistorio de Vitoria ya tuvo que encargar la colocación de una visera de protección de la fachada -de 1,2 metros de anchura- entre las calles Herrería y Zapatería. Su importe ascendió a 7.552,21 euros y su factura está pendiente de ser cubierta por las autoridades marroquíes.

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Cuando en 1953 falleció Ignacio de Figueroa y Bermejillo, el II duque de Tovar, esta finca del Casco Medieval fue heredada por una institución norteamericana de lucha contra el cáncer y, más tarde, por la Administración Internacional de Tánger que, tras su independencia de España, recayó en su Ayuntamiento. Por esa razón, los inquilinos del edificio aún siguen pagando la renta a un gerente nombrado por las propias autoridades marroquíes.

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