Un desprendimiento corta otra vez la AP-1 entre Álava y Gipuzkoa

La Ertzaintza está dando paso alternativo a través de carreteras secundarias para sortear la zona afectada, lo que no ha evitado que se generaran grandes retenciones. El desprendimiento de una ladera ha tenido lugar a la altura de la localidad guipuzcoana de Eskoriatza, en un punto en el que se estaban realizando trabajos por otro incidente similar ocurrido el pasado 13 de marzo. Las intensas lluvias caídas en los últimos días han causado un movimiento de tierras que ha derivado en un desprendimiento que ha aconsejado cerrar a las 16.45 horas los cuatro carriles de la AP-1 a la altura de Eskoriatza.

En ese punto de la vía, Bidegi estaba ejecutando obras de reparación y estabilización de la ladera, que se derrumbó el pasado 13 de marzo, lo que obligó a cortar los dos carriles en sentido a Vitoria durante más de cuatro meses.

La Diputación guipuzcoana, que ha constituido una mesa de crisis en la que participan ingenieros, geólogos y responsables de Bidegi, además de los de la propia institución foral, ha decidido no habilitar un "by-pass" en los dos carriles en sentido a San Sebastián para permitir el paso en las dos direcciones. La dirección de tráfico del Gobierno vasco ha confirmado que la vía se mantendrá cerrada al tráfico.

Quejas de los usuarios

Algunos de los usuarios de la AP-1 no han tardado en mostrar su malestar por los «contínuos desprendimientos en la autopista que más recientemente se ha teminado». «Las colas son kilométricas», ha indicado otro a EL CORREO, al tiempo que mostraba su enfado «porque aunque nos han desviado por Leniz y nos han sacado en Eskoriatza nos han cobrado el tramo entero, hasta Luko», clamaba este usurio de la autopista. Y avisaba que va a pedir el libro de reclamaciones para presentar una queja de manera formal y «reclamar el dinero, aunque sean dos euros».