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Convento de San Esteban, en Salamanca, cuya planta y diseño son de Juan de Álava, quien comienza la obra en 1524, como demuestra el plano conservado del maestro.
El alavés que dejó huella en Salamanca

El alavés que dejó huella en Salamanca

El arquitecto Juan de Álava, desconocido en su patria chica, fue uno de los constructores de la Castilla plateresca y se le atribuye también el palacio de Escoriaza Esquivel

Francisco Góngora

Martes, 24 de febrero 2015, 01:04

Salamanca es una de las ciudades más bellas de España. Cualquier viajero ha podido disfrutar de sus plazas, de sus palacios, de su universidad, de sus calles renacentistas. Lo que pocos alaveses saben es que una parte de esa marca plateresca se debe a uno ... de sus paisanos, Juan de Álava, un hombre completamente desconocido entre nosotros, aunque citado cada vez que se hace una ruta turística en la ciudad castellano y leonesa. Nació en 1480 en Larrinoa, un pueblo cercano a Gopegi y era hijo de Pedro de Ybarra, otro cantero. En la portada de 'La casa de las Muertes', edificio plateresco que construyó en Salamanca, donde vivió, labró el escudo de su linaje, los Anuncibay. Además cambió su apellido Ybarra por el de su provincia de origen, Álava, algo habitual en la época. Falleció en Salamanca en 1537 tras una fecunda obra como arquitecto cantero, introductor del estilo plateresco y como maestro de otros arquitectos.

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