Jokin Elizaran
Martes, 6 de mayo 2014, 00:04
El 'chivatazo' de una agente de la Policía Local a un conocido bar de la zona de Aranzábal volvió ayer al Ayuntamiento de Vitoria. Esta guardia, destinada en el teléfono de emergencias 092, «avisó al responsable del local de la inminente llegada de una patrulla ... para multarle por permitir que sus clientes fumaran dentro». El caso, revelado por el grupo municipal de EH Bildu, ha provocado que la coalición abertzale se pregunte si «hay ciudadanos de primera y segunda categoría». Y es que la policía 'pio', presuntamente, porque «a ese sitio acude gente importante». En su posterior defensa también mencionó que los clientes encienden sus cigarros «sólo en el fondo del pub».
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La polémica salió a la luz hace dos semanas y, ayer, la concejala Iratxe López de Aberasturi decidió ponerla de nuevo sobre la mesa. La edil considera que «hay efectivos de la Policía Local que creen que tienen que proteger a ciertas personas» después de que su grupo haya tenido acceso al expediente sancionador abierto para este caso -la agente implicada declaró en febrero y ha sido castigada con tres días de empleo y sueldo, aunque la resolución todavía no es firme al haberla recurrido-.
El informe, del que EH Bildu hizo públicos algunos extractos en la comisión de Seguridad Ciudadana de ayer, desvela que la policía admitió que actuó así «porque a ese pub va gente importante». En concreto, «algunos políticos, como el alcalde -Javier Maroto- y un exalcalde», apuntó la edil abertzale.
La concejala hizo un pormenorizado repaso de los hechos, denunciados en noviembre, y fundamentó su relato a partir del expediente mediante el que se ha investigado el caso, que incluye transcripción de varias conversaciones entre la agente del 092 y algunos de sus compañeros de turno.
«La persona que denunció la situación vio que había gente fumando en este local y, como es asmática, decidió quejarse», aseguró López de Aberasturi. Llamó a la Guardia urbana y «esta agente decidió informar a los responsables del establecimiento de que una patrulla iba para allá».
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Un segundo guardia también se puso en contacto con la policía del 092 para ponerle al corriente «por si quieres avisarles». «Para cuando váis, nosotros ya hemos vuelto», contestó la expedientada con sorna, dando a entender que ya lo había hecho.
Cuando la patrulla llegó al local «habían retirado hasta los ceniceros y no había ningún cigarrillo encendido». Los responsables de Aguirrelanda no tardaron en conocer la historia y abrir una investigación.
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"Camareros majos"
Otra de las revelaciones de EH Bildu es que, después de salir del bar, los agentes llamaron a la compañera del 092. «Ella les dijo que los responsables del pub eran amigos suyos, que los camareros son majos, que los clientes sólo fuman al fondo, que le encanta el local y que ya les invitaría a un refresco», afirma López de Aberasturi.
Al ser entrevistada durante la investigación, la agente ha reconocido -según lo planteado por la coalición abertzale- que dio el 'chivatazo' «porque al local van políticos» y que, de hecho, hizo cumplir la ley «ya que tras la llamada se dejó de fumar».
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El responsable de Seguridad Ciudadana, Alfredo Iturricha, explicó que se tomó declaración a la agente en febrero y que se dictó una suspensión de empleo y sueldo de tres días, aunque la afectada ha recurrido la decisión. «Ha sido un hecho aislado que se ha detectado y frente al que se ha actuado», afirmó el edil popular. «Lo que ha ocurrido es repugnante y usted tiene la responsabilidad política de que no se repita», replicó López de Aberasturi.
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