Con la cesta de la compra por las nubes y el kilovatio a precio de oro, en muchos hogares alaveses tiritaron neveras y radiadores. La inflación puso el año pasado contra las cuerdas a familias que nunca antes se habían visto ante la necesidad de ... tener que pedir ayuda para llenar la nevera, pero el mayor golpe, el más crudo, se lo llevaron los hogares más vulnerables. Para tratar de aliviar esta situación, el Gobierno vasco puso en marcha un programa, gestionado por Cruz Roja, con el que personas vulnerables podían hacer frente a sus necesidades más básicas. Solo en Álava más de 1.238 familias reciben estos bonos para comprar comida y casi medio millar (455) perciben ayudas para pagar la luz, según los datos que ayer hizo públicos el Departamento vasco de Políticas Sociales.
Publicidad
Lakua puso en marcha en enero del pasado año la iniciativa 'Hitzaertuz'. El programa buscaba «atender a familias y personas en situación de extrema vulnerabilidad», a las que se les buscaba dar «una cobertura urgente» a las necesidades más básicas. Según explicaron ya entonces los responsables de Políticas Sociales, la ayuda estaba pensada para que familias «que quedan fuera del sistema» pudieran hacer frente al pago de las facturas de suministros, además de abonar el ticket de la compra.
El sistema consistía en repartir tarjetas monedero, un mecanismo muy similar al que ahora propone el Ministerio de Derechos Sociales para acabar con las conocidas como «colas del hambre» y tratar de desestigmatizar a las personas en situación de extrema vulnerabilidad.
Según los datos del Gobierno vasco, en 2023 se destinaron a este fin 3,6 millones de euros, que llegaron, en todo el País Vasco, a 1.967 hogares con problemas para abonar la luz o el gas y a 5.207 que tenían dificultades para adquirir comida. Por poner la cifra en perspectiva, dos años antes, en 2021, un programa similar ayudó a mitigar los efectos de la pobreza energética a 1.358 hogares, mientras que en 2022, en un escenario de crisis energética por la invasión de Ucrania, ascendieron a 1.814. En ambos casos, menos que el pasado 2023.
De cara a este año, los presupuestos de la consejería que dirige Nerea Melgosa incluyen tres partidas para hacer frente «a la pobreza material y a la pobreza energética». Cruz Roja recibirá 2,1 millones para paliar ambas situaciones, y se seguirá encargando de coordinar las solicitudes, valoraciones y tramitaciones, además de detectar otras necesidades a las que dar respuesta mediante derivación, orientación y coordinación con los recursos más adecuados.
Publicidad
Por otro lado, se entregarán 125.000 euros para apoyar a los bancos de alimentos, que tienen más dificultades para llenar sus reservas que hace unos años. La última partida, de 3,5 millones, procede de fondos europeos para un programa de asistencia material básica.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.