El alavés que conquistó Córdoba

Lo hemos visto en tantas películas de guerra o de aventuras que podemos imaginarlo hasta con sus detalles más sangrientos. Un hombre solo, un cristiano, vestido como los naturales del lugar, los mozárabes , y con conocimientos de árabe, sube a una torre almenada mediante una escala y aprovecha la confianza de los guardianes, un tanto relajados porque no esperaban un ataque cristiano, y los degüella sigilosamente con su daga, sin compasión. Luego, abre la puerta para que media docena de compañeros entren y acaben la faena. Era de noche. Un 23 de enero de 1235 o 1236 (los historiadores no se ponen de acuerdo ) y la ciudad en la que habían dado un golpe de mano que sería fundamental para su conquista era Córdoba, la sultana. La capital del califato. La ciudad más importante de Europa en esos momentos.

En su libro Descripciones de Álava Ricardo Becerro de Bengoa da por hecho, porque así lo había dejado escrito el cronista padre dominico Juan de Vitoria tres siglos antes, que aquel héroe de película, aquel soldado frío y eficaz era Domingo Colodro, natural de Yurre, el pueblo, perteneciente al municipio de Vitoria y situado al otro lado del Zadorra, entre el río y el aeropuerto de Foronda. Para los historiadores alaveses fue el primero que asaltó los muros de Córdoba a las órdenes de Fernando III el Santo de Castilla.

La enciclopedia Auñamendi también dedica una pequeña crónica al héroe vitoriano-alavés firmada por Antonio Bengoechea que dice así : Alvaro Colodro fue el conquistador de la torre de Córdoba que lleva ese nombre en 1235 cuando fue asaltada la ciudad por Fernando III el Santo. A dicha torre se la denominó entonces «torre de Colodro». El cronista P. Juan de Vitoria le llamó Domingo probablemente por confusión con Domingo Munnoz, el adalíd de los almogávares a los que pertenecía Colodro. Estos eran una tropa ligera y de vanguardia caracterizada por su rapidez. Dicho cronista lo señala como originario de Yurre, Álava.

El historiador Landazuri dice de él que Los Colodro tienen su origen en Domingo de Colodro que otros llaman Alvaro Pérez de Colodro, valeroso caudillo y guerrero, que sirvió mucho en guerras contra los moros en Andalucía al rey don Fernando, que ganó Córdoba el año 1235 por el esfuerzo astucia y valor de este varón alavés, como cuenta en la crónica del rey don Fernando el Santo que reinó en 1217. Fue el primero que subió el muro y lo ganó, y de él se llama hoy una puerta de Córdoba, la Puerta de Colodro. Dióle el Rey parte de Córdoba. Era hidalgo natural de Yurre de Alava.

La última historiadora que relata la hazaña de Colodro es Mikaela Portilla que va mucho más allá. Hablando de la torre de Aspuru que existió en este pueblo, dice que de allí salió Álvaro Colodro que con Domingo Muñoz, también alavés, de Foronda, según Fray Juan de Vitoria, fue personaje clave en la toma de Córdoba por Fernando III.

El relato de Portilla dice que las crónicas de Jiménez de Rada y de Alfonso X, y otras fuentes narran la hazaña de estos dos alaveses. Se encontraban ante los muros de Códoba y puestos al habla con algunos moros que iban a facilitarle la empresa, acordaron escalar las murallas la noche de enero de 1236. El consejo de subir a lo alto de la cerca fue de Domingo Muñoz, y realizaron la hazaña Alvar Colodro el Benito Bannos et otros que iban con ellos. Vestidos et entocados como moros y conociendo a la perfección la algaravía o lengua de estos, porque eran almogávares, alcanzaron la muralla después de novelescas peripecias y tomaron la torre de Alvar Colodro (así se ha conocido ese elemento defensivo después). Al saber lo el rey Fernando III el Santo se dirigió desde Benavente y tomó la ciudad tras de haber ocupado los cristianos la Ajarquia después de la toma de la torre de Colodro.

Hasta aquí las referencias a los historiadores locales desde el País Vasco .

Los historiadores cordobeses que han investigado un hecho tan importante en su historia, sin embargo, no le dan naturaleza alavesa al valiente Colodro. Según sus fuentes era,al parecer, de un pueblo de Toledo llamado Cobeña, donde fue muy premiado con tierras por esta hazaña.

Sea o no alavés, forma parte de ese puñado de héroes locales que han pasado de generación en generación como ejemplos a seguir. Pero, al margen de herocidades individuales, lo que está claro que algo tan importante como la conquista de Córdoba no pudo ser hecha por un hombre solo. Era una labor de equipo y de ejércitos y desde luego las tropas de Fernando III se nutrían de alaveses, entre otras procedencias del Norte y del Centro peninsular. Así que no es de extrañar que entre sus compañeros había también alaveses como indican sus apellidos Argote, Arciniega o Cárcamo. Hidalgos y soldados de fortuna estaban enrolados en aquellas tropas sin duda alguna.

De hecho, las crónicas de la época, de ese siglo XIII tan marcado por las batallas contra los árabes cuentan numerosas campañas en las que intervinieron tropas alavesas. Unos pocos años antes a la transcendental batalla de las Navas de Tolosa (Jaen) con Diego López de Haro y las tropas vizcaínas acudió un grupo de hijosdalgos, caballeros y soldados de la cofradía de Álava al mando de Rodríguez de Mendarozqueta. Aquella histórica cita guerrera supuso el fin de la amenaza almohade y la confirmación de que la Reconquista era posible. Corría el año 1212 y Mendarozqueta tremoló el estandarte de la Cofradía de Arriaga. Se le otorgó en su escudo como agradecimiento la cruz de gavilanes concedida a todos los caudillos que estuvieron aquel día en las lomas cercanas a Despeñaperros.

Baeza, Algeciras, Granada......forman parte de las ciudades conquistadas por los cristianos en cuyos asedios participaron los alaveses. Pero esas son otras historias perdidas.

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