El novio de Chabelita, expulsado de Cantora

La cena de Nochebuena y la comida de Navidad en la finca Cantora van a estar este año de lo más tensas. Y eso que no se sienta a la mesa Alberto Isla: no catará el pollo a la Pantoja porque directamente Kiko Rivera le ha prohibido entrar en casa. De ser el mejor cuñado del mundo a persona non grata en solo unos días. Los cuchillos vuelan en el clan Pantoja, que ha trasladado todas sus disputas a la televisión. El hijo mayor de la tonadillera abrió la caja de los truenos... y Chabelita no se ha quedado atrás.

El ahora Dj se ha propuesto que su hermana se dé cuenta de que Alberto es todo «un mujeriego» y que «va a tener más cuernos que el padre de Bambi». Pero la lista de 'perlitas' sigue casi hasta el infinito: lo acusa de mal padre, de querer vivir a costa de la fama de la familia, de haber cambiado a su hermana, de arruinarle la vida... Por el camino también se ha llevado lo suyo Chabelita. Y no solo en los comentarios de Kiko en Twitter, en los que aseguraba que su hermana lo había «decepcionado». «No la veo como madre. Creo que ha sido un error y va a perder toda su juventud», se explayó el artista en 'Sálvame Deluxe'.

Estas declaraciones han despertado el fiero carácter de Chabelita. «Kiko debería preocuparse por él y ponerse un tope, que tiene 30 años. Yo tengo 18 y todavía tengo tiempo suficiente para cometer mis propios errores», ha contraatacado Isabel Pantoja junior. Y avisa que vienen curvas: «No busco dinero ni fama, pero me voy a defender». Todo aderezado con el consabido «valgo más por lo que callo». Así que la polémica está servida en tan navideñas fechas, aunque aún la pequeña no ha cerrado la exclusiva de la que tanto tiempo se lleva hablando.

En ella Chabelita y Alberto podrían recordar cómo Kiko y la tonadillera le pidieron que interrumpiese el embarazo, algo a lo que se negó. También, que ya están buscando piso de alquiler en Sanlúcar de Barrameda con la intención de independizarse cuando nazca el niño. Porque la parejita quiere poner pronto tierra de por medio, tras la prohibición de entrar en Cantora. Chabelita parece que se lo ha tomado mal: «No necesita entrar, ya salgo yo». Aunque el turrón lo comerá con mamá.