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VIRGINIA ENEBRAL
Viernes, 6 de diciembre 2013, 01:27
Seis artesanos del Duranguesado y uno de Amorebieta-Etxano participan en la decimoctava edición de la Euskal Denda que arrancó ayer y permanecerá abierta hasta el domingo en la plaza del mercado de Durango. Entre los 52 puestos hay caras nuevas. Como la de Oihane Lejarreta, o más bien Wandel, cuyo artículo estrella es el calzado hecho a mano. Esta es su primera participación en la feria, a la que venía de visita desde hace años, y su presencia fue galardonada como el mejor stan de este año en la gala desarrollada anoche en San Agustín. «Uno de mis deseos era estar aquí y ya lo he conseguido», afirma rotunda. «Me permite ver si el producto gusta y además aprendes de otros», añade.
Hace tres años que esta elorriarra, que ronda los 30 años, decidió dedicarse en exclusiva a imaginar y fabricar zapatos. Antes volcaba su creatividad en la dirección artística y la escenografía. Los realiza de cuero, con pieles naturales, y de ganchillo, con lanas de merino o algodón orgánico. «Estos últimos totalmente ecológicos». Desde joven, cuando hacía zapatos «a escondidas», se fijaba en un 'zapatari' iruñés con el que, en esta edición, comparte feria. Pared con pared. Su objetivo es darse a conocer, la venta es más compleja. «Son zapatos hechos artesanalmente, así que son caros. La gente se lo piensa y luego me hacen el encargo. No es una venta directa», explica Lejarreta.
En el polo opuesto se encuentra la duranguesa Olga Uribe (Zamua), una de los pocas tejedoras artesanas que quedan en Bizkaia. Formó parte de la primera feria, «con mucha ilusión», cuando se hacía en los subterráneos de Eskurdi. Aunque últimamente realiza bufandas y chales de lana o seda, ella trabaja sobre todo el lino en piezas tradicionales vascas. «La zona del Duranguesado junto con Bergara fue una zona donde se fabricaba mucho lino. Tanto que las primeras ordenanzas de pañeros dictadas por lo Reyes Católicos fueron las de Durango» recuerda.
«Es una buena feria y la época es idónea. Durangoko Azoka atrae a mucha gente a Durango, así que esperemos que vaya bien». Es el deseo del durangués Eneko Unzalu, que desde hace más de diez años -siete en la Euskal Denda- trabaja la plata para crear joyas únicas. También utiliza el oro y piedras preciosas.
Piezas exclusivas
Casi todos los veteranos reconocen que la feria atrae clientela fija que viene a descubrir las novedades. Como las piezas exclusivas, muchas de ellas escultóricas, que realiza la ceramista de Mañaria Carmén Pérez. Es la única de la feria que trabaja con materiales a altas temperaturas y experimenta con técnicas orientales como el Rakú.
Jaialdi y RestaurArte, sin embargo, aprovechan la Euskal Denda para mostrar su trabajo, más que para venderlo. Por eso acercan hasta la plaza del mercado de Durango sus mejores obras. La primera confecciona trajes tradicionales vascos, mientras que la segunda devuelve a la vida muebles y cuadros antiguos. En el apartado gastronómica figuran los quesos Jaio de Iurreta.
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