«No me veo en programas de baile o de trampolines»

Panel, catorce letras... Único presentador de la televisión que tiene trabajo garantizado los próximos cuatro años. Jorge Fernández (Alicante, 1972) acaba de firmar hasta 2017 en 'La ruleta de la suerte' (de lunes a viernes a las 12.50 horas en Antena 3).

- Se va a jubilar en 'La ruleta'.

- ¡Ojalá! Aunque a veces me preguntan si me aburro, si pudiera jubilarme en este programita estaría más a gusto... Me he acomodado en este sitio, me permite vivir bastante bien. Vivo en Bilbao, voy a Madrid dos días a grabar. ¡Y no me quedo ni un día más! Porque tengo un hijo de 9 años.

- Orgulloso de papá.

- Por la tele no me ve mucho porque a esa hora está en el colegio comiendo. Hace poco le dije que me iban a dar un premio por ser el mejor comunicador y me preguntó: '¿A ti? Ah...'. No le da mucha importancia a lo de la televisión, lo ve muy normal.

- ¿Y usted, cómo se ve?

- Yo siempre que me veo, me cabreo. No soy de esos a los que les gusta regodearse.

- ¿Se queda más tranquilo sabiendo que tiene trabajo hasta 2017?

- Te da una tranquilidad enorme y eso va a hacer que seamos mejores. Nos lo dijeron hace poco, yo lo intuía, pero pensaba; '¡Si esto no existe!' Ningún programa de entretenimiento ha firmado por cuatro años ni antes de la crisis.

- Es uno de los rostros de Antena 3, pero no se sale de su campo. ¿No le han invitado a 'Tu cara me suena', 'Me resbala'...?

- Yo no me veo, soy reacio a ese tipo de cosas, a esos programas de famoseo. Y hasta el día que no necesite hacer esas cosas no las haré. No me apuntaría a tirarme de ningún trampolín ni a bailar.

- Pero se lo habrán pedido alguna vez...

- Me lo propusieron para el programa de baile de TVE y les dije: '¿Estamos locos?'. Soy un tío bastante arrítmico, bailo fatal.

- Imagínese un programa de noche, con una de esas audiencias gloriosas que casi no existen ya.

- No añoro nada porque lo que triunfan solo son las series. Gustar, sí me gustaría, pero esperaría a que me gustara algún proyecto. Yo para coger un programa y darme la torta... No quiero pegarme un cacharrazo, no lo necesito.

Los partidos de Nadal

- Y como espectador, ¿con qué se queda enganchado?

- Con poca cosa. Me gusta el deporte, veo los partidos de Nadal, el fútbol, el Tour de Francia... Pero no consigo engancharme a las series.

- ¿Y a los concursos?

- Alguna vez veo con mi hijo el de Carlos Sobera y el de Arturo Valls. Para saber qué línea llevan, pero lo veo por tema profesional, no me divierten demasiado.

- Volviendo al suyo, el papel más difícil que recuerde...

- El que grabamos ayer. Era un cuadro y su autor. El concursante había estudiado arte y ni siquiera lo acertó. El público empezó a abuchear porque lo habíamos puesto muy difícil.

- ¿Les han recortado los premios?

- ¡No, qué va! En siete años hemos repartido casi diez millones de euros, y diez u once coches. Es un pastón.

- ¿No le da pena cuando los concursantes van de vacío?

- En la grabación de ayer hicimos algo que nunca habíamos hecho. Había dos concursantes majetones, pero se enfrentaron a una auténtica crack que no les dejó apenas jugar porque resolvía todos los paneles y se llevó 5.000 euros. Así que a estos dos chicos tan simpáticos les hemos dejado que vuelvan a participar.

- ¿Y a usted, cómo se le da?

- Yo soy muy malo. Nada de crucigramas ni sopas de letras.

- Pero algo habrá aprendido...

- Si fuese un tío al que se le quedan las cosas... Pero no me acuerdo ni de los nombres de los concursantes. Cada vez que grabo, y grabo tres programas en un día, reseteo.

- En clase tendría algo más de retentiva, ¿no?

- Yo era un crío muy fantasioso, jugaba al baloncesto y en clase estaba pensado siempre en el próximo entrenamiento. Aprobaba todo, iba tirando, pero sin sobresalientes.