«En septiembre quiero volver con la sonrisa radiante»

El trabajo está resultando la mejor terapia para Raquel Sánchez Silva. «Me centra, me ayuda». Eso, y bucear en el mar. «Debajo del agua estoy muy bien, me da paz, tranquilidad. Me siento sola, pienso, el dolor es diferente, la felicidad intensa». Esa que le esquiva desde que el 30 de mayo su marido, el cámara de televisión italiano Mario Biondo, apareció ahorcado en el domicilio de la pareja en Madrid. Ayer la presentadora extremeña volvió a sumergirse... en el Zoo Aquarium de Madrid, donde nadó entre tiburones para promocionar un teléfono móvil, un contrato que había firmado antes del trágico suceso. «Dudé, pero la normalidad es lo que más ayuda», reconoció a la numerosa prensa congregada en la primera aparición pública desde la muerte de su pareja. La intervención más sentida se la dedicó a Ana Rosa Quintana, a quien agradeció el apoyo recibido. «Me llegaron todos los mensajes a través de mi Sony Xperia Z», dijo desconcertando un poco. Luego reconoció que tiene «días muy buenos y otros no tan buenos. No es fácil nada de lo que está pasando, pero es un reto más». Durísimo. «Estoy... bueno... estoy como tengo que estar, supongo. Con valor pero asustada». Sánchez Silva se está preparando para un verano que la haga «más fuerte» y «poder volver en septiembre con la sonrisa radiante». Raquel se puso ayer delante de una cámara tras la reclusión que sucedió al shock. El 13 de junio reactivó Twitter, por donde está recibiendo apoyos, pero también críticas de la hermana de Mario, que cree que su dolor es «falso». «No voy a contestar», le ha dado réplica Raquel.