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Lunes, 27 de mayo 2013, 02:48
El mal tiempo reinante durante los últimos días hizo ayer un paréntesis para sumarse a la Euskal Jaia eibarresa. En una jornada presidida por el sol, e incluso por el calor en algunos momentos, el colorido de los variados trajes y la espectaculaidad de las danzas dieron un excelente ambiente a la popular fiesta. La exhibición de danzas de los más variados orígenes fue seguida por cientos de personas desde las gradas de Unzaga. Y luego, la carpa acogió una multitudinaria comida popular. Por la tarde, hasta incluso llovió, pero ya no importaba.
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