Europa se desfonda

El informe de Eurostat sobre la evolución de la zona euro en el primer trimestre del año constata que siete de los diecisiete socios están en recesión, incluida una Francia que presenta récord de paro y una inquietante contracción de su consumo interior. Europa afronta el ciclo recesivo más prolongado de su historia, al encadenar año y medio de retroceso que afecta ya al conjunto de los países de la moneda única: a la sostenida preocupación por las economías del sur se suma ahora la del gigante francés, mientras que el decrecimiento ataca a dos Estados en la ortodoxia de la austeridad como Holanda y Finlandia y la parálisis en el mercado interior europeo deja el crecimiento de Alemania en un famélico 0,1%. El dilema al que se enfrenta la Eurozona no es ya cómo hacer compatible el afianzamiento de la consolidación fiscal con eventuales políticas de estímulo que no terminan de activarse sin nuevas contrapartidas, sino si los fuertes y continuados ajustes no están estrangulando cualquier perspectiva de recuperación. El estancamiento de las economías de nuestro entorno es también un duro golpe a la industria vasca, que, derrumbada la demanda interior, basaba sus expectativas de reactivación en los mercados europeos.