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ALBERTO CEBRIÁN
Jueves, 21 de febrero 2013, 02:16
La toponimia de un pueblo esconde sorpresas que ni los más veteranos del lugar pueden imaginar. El estudio llevado a cabo durante los últimos cinco años en Berriz ha desvelado, por ejemplo, que el barrio de Olakueta se llama así por intervención de Ferrocarriles Vascos allá por el año 1877, cuando se inauguró la estación local. «En Deusto había una parada que se llamaba Berriz, y como no podían ponerle el mismo nombre, la de aquí la nombraron Olakueta por una casa que se llamaba así y había justo enfrente», explicó ayer Mikel Gorrotxategi, miembro de Euskaltzaindia que ha colaborado en la elaboración del estudio.
Esta y otras curiosidades las recogerá próximamente el Ayuntamiento de Berriz en forma de libro a modo de colofón al proceso de investigación que inició en 2008 el historiador Jon Ander Ramos. Por el momento, el municipio ya ha diseñado el mapa toponímico con los nombres de todas las edificaciones y zonas del pueblo que tiene previsto repartir entre la población.
Asimismo, colocará diecinueve paneles de información a lo largo y ancho de la anteiglesia donde aparecerán ubicados todos los caseríosy casas, así como su número. «Hemos aprovechado para reordenar la numeración de los barrios. Incluso hemos dejado un hueco para los terrenos que están aún sin construir», según explicó el alcalde Orlan Isoird.
«Hemos contabilizado 1.200 nombres a partir de documentos históricos desde el siglo XVIII y entrevistas con vecinos, pero situar muchos de ellos es difícil porque puede ser que hayan desaparecido, por desgracia», puntualizó Ramos. Por eso la información que difundirá el Consistorio solo contará con 643. «700 si incluimos el callejero», detalló.
Otro problema añadido que se ha encontrado este investigador es que la denominación de varios caseríos va por un lado, y cómo se le conoce en la cofradía, por otro. «Quedé con una mujer del baserri Andikonazpikoa pero nadie sabía indicarme cuál era. Resultó que lo conocían como Saioena. Al final me invitaron a café, eso sí», recordó.
Gomendio
El trabajo desarrollado por este historiador, que ha contado con el asesoramiento de Euskaltzaindia, ha servido también para establecer cuántas cofradías tiene Berriz. Su número quedará finalmente establecido en seis: Andikona, Eitua, Murgoitio, Okango, Sallobente-Mendibil y Sarria. «Hemos oído de todo, que si eran cinco, ocho y hasta diez las cofradías. Muchos berriztarras que viven en la de Sarria, por ejemplo, saben que existe Murgoitio pero nunca han estado», destacó Jon Ander Ramos. El estudio permitirá delimitar las fronteras de cada una.
Con este estudio la Academia de la Lengua Vasca también ha fijado la escritura de buena parte de la toponimia berriztarra. «Una cosa es cómo se dice el nombre de un lugar y otra como debe ser escrito. En Berriz hay algunos de hace miles de años, como Gomendio, que deben ser mantenidos», explicó Gorrotxategi.
Para llevar a cabo el estudio, Jon Ander Ramos ha contado con una beca de 20.000 euros que le ha otorgado el Consistorio y de dos ayudas adicionales por valor de 56.000 y 11.000 euros de Eudel y el Gobierno vasco, respectivamente.
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