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AGENCIAS
Domingo, 13 de enero 2013, 04:14
Hartos de los cada vez más frecuentes secuestros, extorsiones y asesinatos perpetrados con total impunidad por el crimen organizado, indígenas y campesinos de Guerrero, en el oeste de México, han decidido tomar las armas para garantizar la seguridad de sus pueblos. El viernes, cientos de campesinos pertrechados con escopetas, pistolas y machetes, mantenían retenes en al menos cuatro comunidades así como en la cabecera municipal de Tecoanapa.
Los puestos de control se colocaron seis días después de que el vecino municipio de Ayutla de los Libres iniciara un levantamiento popular de autodefensa armada de los pueblos indígenas contra el crimen organizado. El secuestro el pasado sábado de Eusebio García, comisario municipal de una comunidad de Tecoanapa, quien reapareció dos días después herido de bala, motivó el levantamiento armado, un fenómeno cada vez más frecuente ante la frustración de los habitantes por la ausencia de justicia. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, solo ocho de cada cien delitos que se cometen en México son denunciados y el 99% quedan impunes. La tortura, las detenciones arbitrarias, los allanamientos, la desaparición forzada y los asesinatos se han incrementado en los últimos años, según la misma fuente.
La iniciativa popular de Guerrero está encabezada por el movimiento Unión de Pueblos y Organizaciones y, aunque la Policía Comunitaria está de acuerdo con ella, no participa directamente. Hasta el momento, los campesinos han detenido a por lo menos 37 presuntos delincuentes que acosaban a las comunidades de Ayutla, Tecoanapa y sus vecinos Cruz Grande, San Marcos, Copala, y Cuauhtepec. Uno de los líderes del movimiento en Tecoanapa, que no está autorizado a decir su nombre por razones de seguridad, confirmó que en día y medio arrestaron a nueve presuntos 'halcones' (espías de bandas del crimen). El portavoz precisó que son frecuentes delitos como «el cobro de cuota y el secuestro. A los detenidos se les va a investigar primero, y después se les va a procesar, dependiendo el nivel de delincuencia, también se les va a reeducar, prácticamente la misma metodología y el mismo proceso que la Policía Comunitaria, es decir, por medio de los usos y costumbres».
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