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Saludo entre Miguel Madariaga e Igor González de Galdeano. :: F. GÓMEZ
Boda obligada entre Euskaltel y la Fundación Euskadi
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Boda obligada entre Euskaltel y la Fundación Euskadi

El nuevo equipo adquiere por 550.000 euros la flotilla de vehículos de la anterior escuadra, que así ya puede pagar las nóminas atrasadas

J. GÓMEZ PEÑA

Viernes, 14 de diciembre 2012, 03:22

El matrimonio siempre ha sido un buen vivero de chistes. Como el de ese marido que llega borracho perdido a casa a las cinco de la madrugada. Su esposa, harta, le suelta: «Supongo que tendrás una buena razón para venir a estas horas». Y él, a duras penas sostenido por el marco de la puerta y con la voz pastosa, le responde: «Sí, el desayuno». Las bodas son también una fuente inagotable de frases con chispa, como ésta: «Dicen que el amor es ciego y que el matrimonio se encarga de aclararte la vista». Pese a todo, hay quien incluso se casa más de una vez, como la firma de telefonía Euskaltel y la Fundación Ciclista Euskadi. Ayer, por segunda vez tras la primera boda en 1997, volvieron a casarse, aunque a regañadientes. El nuevo equipo ciclista Euskaltel llegó a un acuerdo con la entidad que preside Miguel Madariaga para adquirir la flota de autobuses y vehículos de la Fundación. Con esos 550.000 euros, menos de lo que pedía, Madariaga pagará antes del 25 de diciembre las nóminas pendientes de los corredores profesionales.

Pese a que llevan meses discutiendo, el nuevo Euskaltel diseñado por Igor González de Galdeano y la Fundación creada por Madariaga estaban destinados a entenderse. Superan la década y media casados. Y aunque a partir de enero el Euskaltel caminará solo -la empresa ha asumido el control del equipo-, seguirá llevando el sello de su origen, la Fundación Euskadi. Pero no ha sido un acuerdo fácil. La compañía Euskaltel considera este pacto «una muestra más de su compromiso histórico con la Fundación, ya que acude en su ayuda mediante una «aportación extraordinaria adicional». Y por ahí no pasa Madariaga: «Dicen que nos han salvado, pero de eso nada. Han comprado un material que necesitan y porque no ha quedado más remedio». Bronca hasta en la boda.

Menos de lo esperado

Madariaga, que se ha dejado la piel sosteniendo este proyecto, pedía unos 900.000 euros por toda su flota: cuatro autobuses, una autocaravana, un camión, diverso material... Para los responsables de Euskaltel era un precio excesivo y contemplaron la opción de adquirir los vehículos del viejo equipo Once. Al final, ayer hubo acuerdo. El nuevo equipo ciclista compra los autobuses que hasta ahora había utilizado y que pertenecían a la Fundación. Ya son suyos. La venta permite a la entidad pagar las nóminas de noviembre y diciembre, pero no tapa por completo el agujero económico de la Fundación, que, según Madariaga, quedará ahora en unos 250.000 euros.

El veterano técnico de Lemoiz seguirá al frente de la Fundación. Ya tiene en marcha un equipo continental (profesional de tercera división), la escuadra amateur Naturgas y varios juveniles becados. Una vez sellada la venta de la flotilla de vehículos, Madariaga y Euskaltel negocian un nuevo encaje de la cantera de la Fundación en el entramado del equipo profesional. Juntos y revueltos, como los matrimonios.

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