Piden medidas para atajar el vandalismo en un paso subterráneo de Ortuella

Los residentes en el barrio de Aiega, en Ortuella, se enfrentan a diario a un panorama desolador. El paso subterráneo que les permite salvar las vías de Renfe a la altura del apeadero de Urioste es conocido por su falta de higiene. Pero, además, la infraestructura ha sufrido inmumerables actos vandálicos desde su instalación. Así, los cristales de la cabina superior se han roto en varias ocasiones, la puerta está abollada, la manilla arrancada y los grafitis 'decoran' el lugar. Sin olvidar que el ascensor tampoco funciona. Asimismo, la falta de vigilancia ha propiciado que este rincón de Ortuella se utilice como «retrete y zona de botellón», en palabras de los vecinos, que critican la falta de mantenimiento de un lugar que es competencia municipal. Los afectados anuncian una recogida de firmas y reclaman que se acondicione el área. De lo contrario, solicitarán su cierre y la instalación de una pasarela alternativa.

Mientras, la oficina técnica del Consistorio apuesta por cerrar el paso por las noches, así como por sustituir el vidrio por otro material resistente a los golpes. De igual modo, el Ejecutivo local -en manos del PNV- visitó el pasadizo la semana pasada junto a una delegación del Gobierno vasco, que fue el encargado de su construcción. Por eso aún no se han reparado las vidrieras, ya que los jetzales esperan recibir alguna ayuda para mejorar el equipamiento.

Por su parte, el portavoz socialista, Óscar Salicio, señaló que «se trata de un problema de civismo, pues los usuarios son los responsables» de los destrozos que sufre el pasadizo, «y ese dinero se podría destinar a otros temas». Los representantes de Bildu también reclaman «un mantenimiento continuo, aumentar la iluminación y que se coloquen cámaras de vigilancia».