

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
JAVIER SÁNCHEZ-BEASKOETXEA
Domingo, 4 de noviembre 2012, 02:51
Nueva York es un sueño para miles de corredores populares de todo el mundo. Puedes correr muchos maratones, pero solo NY hace que te brillen los ojos de una manera especial cuando el sueño de correrlo (y terminarlo) empieza a tomar forma.
Por eso el viernes por la tarde, cuando la noticia de que se cancelaba la prueba nos llegó a las decenas de miles de corredores que paseábamos por la Gran Manzana ya con nuestro dorsal colocado en la camiseta con la que íbamos a correr hoy, tuvimos la sensación primero de incredulidad, luego de tristeza, pasando después por la ira y por la difícil comprensión del motivo.
Porque desde el punto de vista de casi 50.000 personas que llevamos un año o más soñando con este domingo, que hemos ahorrado para el viaje, sacrificando vacaciones y fines de semana, es difícil entender que tras asegurarnos toda la semana que el maratón se iba a correr pasara lo que pasara, a poco más de 24 horas nos digan que no se corre. Es un palo.
Por supuesto, esta decisión responde a una corriente contraria al maratón que se ha ido canalizando en medios de comunicación americanos. Y no hay que olvidar que el martes es el día de las votaciones en EE.UU. Y a estas alturas se la cogen con papel de fumar.
Estoy seguro de que muchos neoyorquinos querían vernos correr hoy. Hubiese sido una señal de normalidad, de que Nueva York es una ciudad a la que nadie puede hundirle la moral. Ni tras los salvajes ataques del 11-S se suspendió la carrera. Es cierto que en algunos barrios hay gente todavía sin luz, y además ha habido varias víctimas. Pero si hoy vienes a Manhattan, al centro, y no te dicen que el lunes llegó una tormenta tropical llamada 'Sandy', no te enteras de que ha pasado algo grave. La normalidad es casi total. Sólo en Central Park se ven las ramas apiladas de los numerosos árboles caídos.
Creo que es un error haber suspendido la carrera. Primero porque se ha hecho tarde, con todos los corredores ya en la ciudad, con el dorsal en la mano y tras haber gastado un buen fajo de dólares en el 'merchandising' del maratón. Segundo porque el maratón de NY es un negocio que deja unos 300 millones de dólares en la ciudad, y cara a su imagen exterior creo que el suspenderlo no la mejora, precisamente. Y tercero porque hubiese sido muy bonito correr la carrera aplaudiendo nosotros al pueblo de NY en lugar de al revés.
Nueva York es una de las ciudades que más me gustan de todo el mundo. Nueva York merece tener un maratón único en el mundo. Nueva York merece que volvamos a intentarlo el año que viene.
Pero las casi 50.000 personas que hemos venido a correr merecemos también que Nueva York nos comprenda. No sabemos aún qué pasará con el coste de la inscripción (hablamos de varios cientos de dólares). Los gastos del viaje ya están gastados y por lo menos estamos disfrutando de una ciudad impresionante que merece ser visitada muchas veces. Parece que nos guardarán la inscripción para el año que viene (apuntarse a este maratón es bastante difícil, ya que miles de personas se quedan sin conseguir plaza cada año), pero no sabemos si también nos guardarán el pago que hemos hecho o tendremos que pasar por caja de nuevo.
Por ahora todos estamos buscando alternativas. La primera será salir hoy a correr por Central Park y por otros lugares de la ciudad. Hay quien está quedando para hacer el recorrido del maratón por su cuenta, lo cual será difícil. Y algunos estamos mirando el calendario de carreras más próximo. San Sebastián puede ser una bonita alternativa.
Pero Nueva York sigue siendo mi sueño. Cumplir un sueño es algo mágico y pasar la meta de Central Park tiene que ser impresionante. Ayer la pasé entrenando, aunque no es lo mismo.
Pero cumplir un sueño tiene una parte negativa, y es que dejas de soñar con él. Ahora, por lo menos, estaré otro año o más soñando con cruzar esta meta, porque, pese a todo, Nueva York es mi ciudad favorita y no dejaré de quererla.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Batalla campal en Rekalde antes del desalojo del gaztetxe
Silvia Cantera y David S. Olabarri
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.