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J.V.MUÑOZ-LACUNA ,
Martes, 23 de octubre 2012, 13:07
Menos de 48 horas duró la fuga de Juan Carlos Alfaro, alias 'El Fráguel', el vecino de 39 años de El Salobral (Albacete) que en la tarde del sábado mató de cuatro disparos a Almudena, la joven de 13 años con quien había mantenido una relación sentimental, y a Agustín Delicado, el hombre de 40 años que se cruzó en su camino cuando acababa de asesinar a la menor. A otro residente -la actual pareja de la abuela de la adolescente- le pegó otro tiro en el hombro. Como describieron varios testigos, iba como 'Rambo': «llevaba ropa de camuflaje de arriba a abajo y la cara pintada de negro».
Juan Carlos se descerrajó un balazo en la cabeza con una pistola a las tres de la tarde de ayer tras salir de la caseta donde se había atrincherado en una parcela familiar, acorralado por la Guardia Civil y dando así por finalizadas las negociaciones con los agentes y sus familiares para entregarse. Un helicóptero sanitario le trasladó aún con vida al Hospital General Universitario de Albacete, donde quedó ingresado en estado de «muerte clínica». A las 18.30 horas, un médico certificó su fallecimiento. Paradógicamente, sus órganos servirán para salvar otras vidas pues era donante.
Experimentado cazador
Juan Carlos 'El Fráguel' no había abandonado la pedanía -perteneciente al Ayuntamiento de Albacete- desde la trágica tarde del sábado, cuando desató toda su cólera. Se había ocultado en una pequeña casa de campo de su familia, a las afueras de El Salobral. Los agentes dieron con él en la mañana de ayer y fueron recibidos con varios disparos de los que tuvieron que protegerse ya que Juan Carlos era un «experimentado cazador» y un buen aficionado al tiro olímpico, además de contar en su casa con una colección de quince armas con sus correspondientes licencias.
Con el paso de las horas, los ánimos de 'El Fráguel' se apaciguaron y consintió negociar con la Guardia Civil y los psicólogos de la Unidad de Emergencias e Intervención. El autor confeso de los dos crímenes -llamó siete horas después de los asesinatos al instituto armado para asumir los hechos- se mostró duro en la negociación. En ningún momento quiso hablar de los dos fallecidos. La táctica de desgaste de los expertos en negociación y los intentos de su familia porque se entregara sin disparar más tiros ni derramar más sangre no dieron sus frutos, y Juan Carlos optó por quitarse la vida.
El primero en intentar mediar fue Ángel Alfaro, tío de Juan Carlos. «Lo que no queríamos es que la cosa llegara a mayores porque el chaval nunca ha dado problemas», indicaba nervioso. Horas más tarde, hasta las inmediaciones de la casa de campo se acercó su padre, Antonio Alfaro. La madre, Cándida, prefirió permanecer en su domicilio. A Cándida telefoneó su hijo después de cometer el doble crimen para decir que estaba «bien y mojado por la lluvia», y que no podía hablar durante más tiempo porque la batería de su teléfono móvil estaba agotándose.
El mismo día en que Juan Carlos Alfaro finalizaba su huida de forma trágica, sus dos víctimas recibían sepultura: Almudena, su amor frustrado por la familia de la menor, y Agustín Delicado, ambos en El Salobral. Uno de los hermanos de este, Desiderio Regalado, lamentó durante el sepelio la fatal decisión de Agustín de salir de su casa para fumar un cigarrillo en la calle mientras veía en televisión el partido de fútbol entre el Real Madrid y el Celta de Vigo. «A mi hermano le mató 'El Fráguel' porque salió a fumar y se lo encontró. No le dio tiempo ni a encender el pitillo. Nuestro padre está sufriendo una crisis muy grande», se reconcomió.
Las piezas del puzle
Un dolor similar quisieron expresar los compañeros y profesores de Almudena del instituto de Aguas Nuevas, donde la menor estudiaba y era muy popular por su afición a la música rock y heavy. El centro permaneció cerrado, al igual que el colegio público 'Príncipe Felipe'. Mientras tanto, el pleno del Ayuntamiento de Albacete aprobó la declaración de dos días de luto oficial por este suceso «en solidaridad y apoyo total hacia las familias de las víctimas y a todos los vecinos de El Salobral»..
Una vez El Salobral dejó de ser una pedanía sitiada y volvió a una relativa normalidad, sus 1.500 vecinos tratan ahora de recomponer las piezas del puzle sangriento del que han sido testigos. Algunos recuerdan que Juan Carlos, mecánico en paro, llevaba un par de semanas «algo intranquilo y nervioso aunque nadie esperaba esto». Para otros, su relación con la menor no podía tener un final feliz: «Se llevaban nada menos que 26 años». Al parecer, la propia Almudena acudió en su día a un notario para que quedase plasmado que la relación con Juan Carlos Alfaro era consentida, aunque la familia de la menor le había denunciado varias veces e, incluso, como dijo su madre, «amenazado de muerte».
En lo que sí coinciden todos es en destacar la enorme afición que 'El Fráguel' siempre había tenido por las armas de fuego. El pasado sábado utilizó una pistola y un subfusil de su colección particular y completó la escena vistiéndose de 'Rambo'. A diferencia de la saga peliculera, las balas que disparó no fueron de fogueo. Como explicaban ayer varios lugareños, «el pueblo ya dormirá tranquilo».
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