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LUIS LÓPEZ
Domingo, 7 de octubre 2012, 18:12
Dos juzgados de Barakaldo han condenado a un joven de 34 años -identificado con las iniciales A.M.B.- por amenazar de muerte a los funcionarios de Lanbide en esa localidad vizcaína. El Gobierno vasco, a través del Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, presentó sendas denuncias por diferentes episodios en los que el hombre, perceptor de la renta de garantía de ingresos (RGI) desde hace casi una década -concretamente desde 2003-, intimidó a los trabajadores después de que le fuese retirada la ayuda por no estar dado de alta como demandante de empleo. Los jueces le consideran culpable de dos faltas de amenazas, por lo que le imponen multas que suman 140 euros y el pago de las costas de los juicios.
La primera de las resoluciones se refiere a los hechos ocurridos el pasado 3 de septiembre. La jueza considera probado que A.M.B. llamó por teléfono a la oficina de Lanbide en Barakaldo y, «tras preguntar sobre el motivo por el que no había cobrado la prestación» del mes de agosto, una funcionaria le explicó que debía acercarse en persona a las dependencias para obtener la información. Acto seguido, el acusado alzó la voz de forma ostensible para advertir: «Os voy a matar a todos. En tres días tiene que estar todo pagado. Apúntate bien mis datos y me llamas cuando esté pagado».
Al cabo de un rato, continúa la sentencia, volvió a llamar preguntando por qué no estaba solucionado el asunto y advirtiendo que «iba a coger una pistola y pegar un tiro a todos». Al cabo de 48 horas, tras haber pasado el día anterior por Lanbide sin causar incidentes -la casualidad quiso que fuera atendido por la misma empleada a la que había amenazado- y después de que le hubiesen explicado que debía actualizar su solicitud de empleo para cobrar la prestación, volvió a utilizar el teléfono para intimidar a los funcionarios. En esta ocasión, del auricular salía un ruido metálico: 'click', 'click'... A.M.B., según consta en los hechos probados, repitió que «todavía no había cobrado» y amenazó a la funcionaria «diciéndole que si oía cómo cargaba el arma, que les iba a matar a todos». La jueza condena a A.M.B. por una falta de amenazas a una pena de 20 días a razón de 4 euros, es decir, un total de 80 euros, y el pago de las costas procesales.
Reincidencia
En la segunda sentencia, emitida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Barakaldo, se juzgan nuevas amenazas emitidas por A.M.B. el 10 de septiembre. Volvía a exigir que le fuese pagada la RGI y, en caso contrario, le dijo al jefe de la oficina de Lanbide que le «iba a matar». En este caso, el juez también entiende que el hombre es culpable de una falta de amenazas y le condena a 15 días de multa con una cuota diaria de 4 euros, es decir, un total de 60, y a las costas del proceso.
El abogado del Gobierno vasco pidió en el juicio que se impusiera al acusado la máxima condena que permite el Código Penal por una falta de amenazas y otra de coacciones -240 euros de multa-, que se le prohibiera acercarse a la oficina de Lanbide en el centro de Barakaldo y se trasladara su expediente a la del barrio de Burtzeña.
Desde principios de año el Servicio Vasco de Empleo ha abierto expediente a un total de 27 personas por amenazar o insultar a sus empleados. A todos se les ha retirado la renta de garantía de ingresos durante un mes; una sanción que, en caso de reincidencia, se prolongaría durante un año.
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