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MIRARI ARTIME
Lunes, 10 de septiembre 2012, 19:49
Tras sufrir un sinfín de avatares, Bakio ha rescatado de nuevo el proyecto de apertura del Museo del Txakoli. Y parece que este puede ser el impulso definitivo, ya que el Consistorio ha convocado el concurso para seleccionar a la empresa que asuma la producción, suministro, instalación y puesta en marcha del Centro de Interpretación. Las autoridades locales quieren llenar de vida el edificio que se levantó para albergar el proyecto el año pasado, pero que desde entonces se encuentra vacío y sumido en el más absoluto de los silencios. El Ayuntamiento pretende convertirlo en un nuevo atractivo turístico que genere riqueza en la zona. Por este motivo, invertirá 500.000 euros que se suman a los 5 millones que ya ha puesto encima de la mesa.
La empresa seleccionada dispondrá de un plazo de dos meses para redactar el plan de actuación «aunque el suministro e instalación tendrá que concluir en cualquier caso antes de febrero de 2013», detalla la convocatoria. De esta manera, se pone una fecha definitiva a un proyecto que ha sufrido numerosas vicisitudes desde que comenzó a construirse el inmueble que albergará el museo en 2007. De hecho, su inauguración estaba prevista para 2009. «La actual situación económica no ayuda demasiado a afrontar ese tipo de empresas», reconocieron fuentes municipales. Y es que la falta de liquidez de las arcas públicas obligó a paralizar las obras durante un año. Finalmente, el Ejecutivo bakiotarra ha recibido una partida de 2,6 millones de euros, correspondiente al acuerdo presupuestario alcanzado hace más de un año entre el PNV y el PSOE en Madrid, que permitirá sacar adelante la iniciativa.
Bonito y barato de mantener
Entre los requisitos exigidos para su puesta a punto figura la utilización de materiales y medios técnicos de un alto nivel estético y bajo coste de mantenimiento. Además, «el euskera y castellano estarán en primer nivel, mientras que el francés e inglés aparecerán en un segundo plano», según se recoge en el pliego de condiciones.
El edificio, integrado junto al antiguo frontón, dispone de 2.644 metros cuadrados de superficie construida y otras dos edificaciones acondicionadas a diferente nivel, con la fachada realizada en piedra y madera como elemento destacado. Uno de los inmuebles albergará el 'Txakoligune', en el que se ha habilitado el acceso al futuro museo, y un espacio para una actividad hostelera que de momento ha quedado descartada. Los otros dos edificios se destinarán a otro tipo de usos relacionados con el mundo de la enología local.
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