Borrar
Gorka Blázquez, ayer en el bar del centro social Untzaga. :: FÉLIX MORQUECHO
Juventud en un bar de mayores
GUIPÚZCOA

Juventud en un bar de mayores

Dos jóvenes de 23 y 25 años se hacen cargo del Centro social Untzaga

FÉLIX MORQUECHO

Miércoles, 5 de septiembre 2012, 04:21

Los socios del Centro social Untzaga que hayan salido de Eibar y regresen en estos días al bar del hogar se encontrarán con nuevas caras tras la barra. Gorka Blázquez y Ander Fernández, con 23 y 25 años de edad respectivamente, son los nuevos adjudicatarios de la explotación del bar, en el hogar del jubilado con mayor número de socios de la ciudad. Ellos dan un soplo de juventud y ven una salida laboral en unos tiempos complicados.

«Ha sido todo muy rápido», reconoce Gorka. «Nos enteramos de que quedaba libre y pensamos que podía ser una buena opción». Así, después de conocer las condiciones de la explotación de esta barra, el pasado 2 de agosto se hacían cargo de la gestión hostelera del centro social con unos planes que desde el principio se vieron alterados. «Íbamos a ser tres, pero a Iván Vila le surgió una oferta como futbolista en Ávila. Por eso esperamos contar con alguien más en breve». Los dos socios estudiaron un módulo de mantenimiento en el IMH, pero ante la situación laboral han apostado por este proyecto.

Comenzar con su actividad en el mes de agosto les ha permitido contar con un periodo de rodaje. «Nos ha venido bien para aprender y situarnos un poco. Esto tampoco es un bar normal», explica Gorka, a pesar de que este establecimiento está abierto a toda la población. «Pensábamos que sólo podían entrar los jubilados socios del centro social, pero según nos han explicado, no es así». No obstante, la gran mayoría de los clientes son los propios socios del hogar. Tras la ampliación de sus instalaciones, la zona de cafetería cuenta con multitud de mesas que a lo largo del curso se emplean a diario para tertulias y partidas de cartas.

El pasado fin de semana, primero de septiembre, ya se notaron las primeras aglomeraciones después de la tranquilidad de agosto. «Los responsables del centro social nos dicen que en invierno se llena todo esto. Y el domingo ya notamos que después de misa venía mucha gente a la vez», indican. Ahí pudieron comprobar el carácter de algunos socios. «Son un poco especiales pero nos vamos conociendo. Se enfadan, discuten entre ellos... A veces son peores que los jóvenes», bromea.

Darle otro aire

Compartir espacio de trabajo con personas que en algunos casos les triplican la edad es algo nuevo para estos emprendedores. Sin embargo, se trata de una experiencia enriquecedora para ambas partes. «Hay personas mayores que están contentas porque haya gente joven aquí. Queremos darle otro aire al bar y que la cocina tenga más movimiento. También queremos dar cenas, que es algo que hasta ahora no se hacía aquí».

Las condiciones de explotación del bar del centro social Untzaga contemplan un periodo de un año que puede ser prorrogado en caso de que ambas partes estén de acuerdo. Eso permitirá un tiempo de rodaje para que los nuevos responsables puedan conocer bien el día a día de este servicio. El Centro social Untzaga cuenta con más de un millar de socios y genera una actividad importante en distintas áreas. El bar es una pieza destacada de ese lugar de encuentro y estos jóvenes esperan que siga siendo así en el futuro.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Juventud en un bar de mayores