

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
FRANCISCO GÓNGORA
Lunes, 27 de agosto 2012, 10:45
'El viñedo en el Norte de Burgos' es el título de la conferencia que dio ayer en Valpuesta el biólogo y profesor de la Universidad de Sevilla Rafael Ocete Rubio, un experto buscador de vides silvestres y variedades antiguas. «La viña actual es muy pobre genéticamente y necesita nuevos tipos ante el cambio climático», proclama este estudioso que anima a recuperar zonas txakolineras alavesas como Zambrana o Berantevilla. «Hay gente muy interesada», dice.
-Las leyes vascas dicen que el txakoli sólo se elabora en el País Vasco.
-Pues nosotros estamos estudiando variedades antiguas de parra que se producían desde la Bureba a Cantabria, pasando por la comarca de Miranda de Ebro, Valle de Mena, Merindades, Encartaciones, Valdegovía y el Valle de Ayala. Los métodos y los frutos eran iguales, sólo que en el País Vasco han mejorado algunos tipos de uva.
-¿Siempre se llamó txakoli en Castilla?
-Siempre. Hay una gran tradición. No hay más que ir a los archivos de Miranda, Frías o Briviesca. Personalmente, lo he conocido en Miranda. Se llamaba txakoli a la bodega, al lugar donde se expedía, a la taberna.
-Se habían ganado el nombre.
-Así lo creo. La pena es que la Junta de Castilla no hizo una reserva, al menos una indicación geográfica protegida. Pero se ha elaborado toda la vida y lo sigue haciendo. En Andalucía hay fino de Jerez, de Montilla, de Moriles. Creo compatible la palabra txakoli con Burgos o Alto Ebro. En Santander, se llama Costa de Cantabria, pero la gente pide txakoli. Hay un detalle, en Burgos hay centenares de bodegas subterráneas ligadas a este tipo de vinos. En el País Vasco sólo quedan cuatro en Artziniega.
«Un tipo de vino»
-¿Cree que el Gobierno vasco ha abusado de su posición?
- No. Creo que defiende lo que cree suyo. Pero no se puede blindar la palabra txakoli. Europa ha dicho que es un tipo de vino sin adscripción a un territorio concreto. El estatuto del vino de la Segunda República habla del Norte de España, sin exclusividades.
-Usted es un experto en variedades silvestres. ¿Qué ha encontrado en Álava?
-En Sobrón hemos hallado una población muy interesante de vid originaria euroasiática. También en el Valle de Ayala. Tienen una peculiaridad. Son plantas femeninas y masculinas, no aparecen ejemplares hermafroditas. A lo largo de la historia la evolución es muy interesante. Hace 8.000 años, en la zona de Georgia, Azerbaiyán y Armenia, el hombre se dio cuenta de que sacando fuera de los bosques de ribera los sarmientos conseguía una producción de uva. Pero eran ejemplares hermafroditas que habían mutado. Esa planta se extendió por el mundo y gracias a las migraciones y las conquistas se hibridó con las oriundas que eran silvestres.
-¿Es cierto que cuando llegó la filoxera se recurrió a vides americanas?
-En el siglo XIX hubo un gran movimiento de plantas. Se traían de América vides como curiosidad botánica que trajeron todas las enfermedades, pero a ellas no les afectaba y hubo que utilizarlas como portainjertos a las que se les pegaba las viníferas locales.
«Dos desastres»
-¿Para qué sirve investigar en variedades antiguas y en silvestres?
-Primero, porque hay que evitar que se destruya ese patrimonio genético. Hemos hecho un trabajo encargado por el Gobierno vasco e incluso se estudió una figura de protección que se ha quedado ahí. En segundo lugar, porque tenemos un problema. En Sobrón, las poblaciones de parras silvestres están cada vez peor. Se limpian los bordes de los caminos sin cuidado. Otro tanto ha ocurrido en Saratxo (Amurrio). Han machacado las vides con la carretera.
-¿Tienen alguna utilidad concreta?
-Las vides femeninas, por ejemplo, que se reproducen por semilla, dan bayas, que son muy buenas para elaborar vinos tipo 'ojos de gallo'. Pero lo importante es que se hibriden con las plantas actuales. Son todas iguales y hay que diversificar.
-¿Hay interés por recuperar zonas antiguas de viñedo?
-En Valdegovía y Valpuesta hay gente que ya se ha puesto en marcha para plantar viñas. No es el mejor momento económico y existen muchas dudas con la legislación sobre el vino y los límites europeos a la producción. Pero en Berantevilla yo conozco a una señora que le llaman la txakolinera porque su padre producía vino y en Zambrana, así como en los pueblos de influencia de Miranda, también hay gente muy interesada.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.