Un guardia civil formaba parte de la red que pretendía introducir 3.000 kilos de cocaína

Un sargento de la Guardia Civil involucrado en una operación para introducir en España tres toneladas de cocaína -transportadas en un mercante que fue interceptado por la Policía a cincuenta millas de Cádiz- pasó ayer a disposición judicial. La misma suerte corrieron tres individuos que, como él, formaban parte supuestamente de la red que los narcotraficantes habían montado en Galicia. Otros 27 arrestados empezaron a comparecer en la Audiencia Nacional; seis de ellos, capturados en Madrid y los 21 restantes, la tripulación búlgara del barco abordado por los 'geos', que procedía de Sudamérica.

Precisamente, la Policía búlgara arrestó ayer en su país a los dos presuntos organizadores del transporte. Horas antes, el primer ministro, Boiko Borisov, declaró que su Gobierno sabía «muchas cosas antes de la operación policial en España, pero no podíamos decir a los marineros: 'Huid de ese barco porque será interceptado'». Según el mandatario, será «una tarea muy difícil establecer quién de los tripulantes está implicado y quién no».

La Policía española informó de que el guardia civil detenido se encontraba de baja desde el pasado día 1 de agosto y había prestado servicio con anterioridad en el municipio coruñés de Corcubión. Los responsables de la investigación sospechan que era el encargado de recibir el alijo en la costa gallega, junto con otro ciudadano colombiano también arrestado en la misma comunidad autónoma. El destino final de la cocaína era Madrid.

Los otros dos colaboradores 'gallegos' de la red de narcos son un individuo que trabajaba en una floristería de Cee (La Coruña) y otro que residía en Arousa (Pontevedra), con antecedentes por contrabando.