De Rosa, un juez que comenzó su carrera política al lado de Camps

A Fernando de Rosa le vendrá bien el libro que tiene actualmente en su mesita de noche: 'Los asesinos del emperador' de Santiago Posteguillo, el inicio de la segunda trilogía del escritor valenciano. El futuro emperador Trajano llega al poder tras una época convulsa. Algo parecido a lo que ahora -salvando las distancias- ha sucedido en el Poder Judicial. En este caso, no le ha quedado otra que 'cargar' con una presidencia que no se presenta para nada plácida.

Su carrera política comenzó ligada a la de Francisco Camps. Él le abrió la puerta de la sede de Nuevas Generaciones a aquel joven que muchos años más tarde sería presidente de la Generalitat y se vería atrapado en la red Gürtel. Ambos estudiaban en la Universitat de Valencia.

Antes de iniciar su ascenso meteórico, el juez -lo es desde 1984- pasó por el juzgado de distrito de Torrent. Luego llegarían sedes de Castellón y Valencia. En la capital del Turia llegó a ser juez decano. De ahí saltó a la secretaría autonómica de la Conselleria de Justicia y posteriormente a conseller.

Solo duró un año. Camps fue el principal garante de su entrada en el Poder Judicial. En los inicios de Gürtel, los amigos siguieron juntos. No se puede decir lo mismo del desenlace. El porqué de esta historia encuentra diferentes versiones. De Rosa, en todo caso, no tiene enemigos públicos declarados. No es de improvisar y es habilidoso en el terreno político. Hasta septiembre de 2013, salvo sorpresas, presidirá el CGPJ.