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AINHOA DE LAS HERAS
Domingo, 1 de abril 2012, 11:09
«No damos abasto», confiesan los cerrajeros. La actuación de una banda especializada de ladrones que roban en pisos del Gran Bilbao sin dañar las cerraduras ha empujado a centenares de personas a acudir a las cerrajerías para reforzar la seguridad de sus puertas. El «'boom'» se desató con la publicación en este periódico en su edición del día 7 de marzo de una información que revelaba que la Ertzaintza está investigando a un grupo de delincuentes del Este que ganzúan un tipo de cerradura de borjas de forma limpia, sin dejar ninguna marca, para desvalijar después las viviendas. Tanto la Policía autonómica como las comisarías locales han contabilizado en los últimos meses decenas de estos robos sin violencia en pisos de Bilbao y en otras localidades de la margen izquierda y derecha, como Getxo, Leioa o Barakaldo. Numerosos ciudadanos optaron por pasar a la acción en lugar de quedarse de brazos cruzados y acudieron en masa a las cerrajerías.
«Los clientes nos piden seguridad», explica Nazareth García, de Cerrajerías Somera, uno de los negocios más antiguos de Bilbao, con más de cien años de vida y que cuenta en la actualidad con nueve tiendas en la capital vizcaína. Tienen una lista de espera de «entre diez y quince días para hacer un servicio, estamos haciendo todavía avisos del día 7 de marzo y encima ahora que llega la Semana Santa la gente no quiere marcharse sin dejar la casa segura». Hasta ahora nunca habían vivido una avalancha similar, «solemos tener picos de trabajo en vacaciones, pero nada comparable, ni los proveedores dan abasto. Si las existencias para todo un año son 500 cerraduras, en un día se pidieron más de 10.000 unidades en toda España». El pánico es generalizado, también ha llegado a ciudades como Barcelona, donde hay comunidades que tienen llave de borjas hasta en el portal, o en Madrid.
«Agobiados»
Han recibido peticiones por teléfono, email y en persona en la tienda, donde han llegado a juntarse hasta 20 personas preguntando por lo mismo. Se confiesan un poco «agobiados». «De 30 avisos al día pasar a 200... y nosotros, al ser una empresa grande, teníamos stock porque acabábamos de comprar una cantidad importante».
«Hemos aumentado en un 500 o un 1.000% el número de salidas. Se han llegado a agotar los cerrojos», explica Roberto Gispert, de la Cerrajería Bilbao Expréss. La psicosis responde, a su juicio, «al miedo a que te roben aún estando cerrado con llave dentro de casa, y sin dañar la puerta». En realidad, este cerrajero cree que la cuestión «se ha magnificado» y que tampoco es que las llaves de puntos sean «más seguras».
Como casi todos los profesionales, pregunta al cliente qué tipo de cerradura tiene y le aconseja dos opciones: la más económica y segura, colocar un cerrojo, con llave por fuera y pasador antipalanca por dentro, que cuesta unos 150 euros, incluido el IVA y la mano de obra. La otra posibilidad, más cara (300 euros), pasa por sustituir la cerradura con tres o cinco puntos de anclaje por «un sistema de bombillo europerfil» de calidad.
No más llaves
Respecto a las marcas, «el cerrojo Lince es el que más recomendamos y el fabricante que más salida está dando al producto, pero hay que esperar tres o cuatro días, si no le importa que sea de otro fabricante se lo colocamos en el día». La Cerrajería Bilbao Exprés ha llegado a recibir cien avisos en un día. Si se repiten datos parecidos en la treintena de cerrajerías instaladas en Bilbao se comprende que el fabricante haya agotado el stock y «tenga 800 o 1.000 pedidos esperando para repartir».
La cerradura de borjas MCM «es la que más abunda en Bilbao, la mayoría se cambiaron en los años 1986 y 1987. Ahora, en los pisos se colocan de bombillo de mala calidad para abaratar costes». El sector ha sentido la crisis: «la gente pide más presupuestos y elige el más barato». Sin embargo, «ahora, al tratarse de seguridad, no preguntan ni el precio», apunta Itsaso Aguilar, responsable de Cerrajerías Gaurki, que en las últimos quince días ha pasado de tener dos o tres salidas a seis o siete por semana. Atienden las 24 horas por si alguien sufre un robo o no puede entrar en casa porque se ha dejado las llaves o se las han robado.
En Getxo y Leioa también han notado el fenómeno, aunque en menor medida. Aunque la mayoría de los interesados optan por la solución más económica, poner un cerrojo de seguridad, también hay quien «no quiere llevar más llaves» y se decanta por «cambiar a una cerradura de bombín, más costosa y que requiere más mano de obra, ya que a veces hay que adaptarla a la puerta», explica un cerrajero de Getxo que ha realizado la mayoría de estos trabajos en Leioa, Las Arenas, Algorta y San Ignacio.
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