La selección española juvenil confía en Gonzalo Porras

El Barakaldo vive un momento dulce, y prueba de ello es que la buena trayectoria en una División Honor Plata tan apretada está sirviendo para poner en el escaparate a algunos de sus jugadores más destacados. Es el caso de Gonzalo Porras, que acaba de ser convocado con la selección española junior -equivalente a la sub 21 de fútbol- para disputar los días 4 y 5 de abril un partido doble contra Turquía, que se celebrará en Guadalajara y servirá de preparación para el Campeonato de Europa de balonmano junior de este verano. El objetivo del jugador vallisoletano, de 19 años, es ganarse un puesto en el bloque nacional y jugar la competición más prestigiosa del balonmano juvenil del viejo continente. «A día de hoy es lo máximo a lo que puedo aspirar con mi edad, y tengo que aprovecharlo a tope», señaló ayer el pivote auriazul.

Su participación en el torneo, que tendrá lugar en julio en Turquía, supondrá un paso «muy importante» en la carrera deportiva de este jugador, que cumple su segundo año de cesión en el conjunto fabril y tiene por delante un futuro muy prometedor. Su calidad le ha servido para ser un habitual de las categorías inferiores de la selección española de balonmano hasta llegar a la junior. Su participación en el juvenil nacional, por el momento, va sobre ruedas. Y es que el pasado enero, el conjunto estatal se proclamó campeón en el Torneo 4 Naciones disputado en Portugal.

77 goles

Porras recaló en las filas baracaldesas en el arranque de la temporada 2010-2011 procedente de las categorías inferiores del Cuatro Rayas, equipo pucelano que milita en Asobal. Desde entonces, su titularidad ha sido indiscutible. Buena muestra son los 77 goles que lleva anotados en liga. Es su mejor marca hasta la fecha. La campaña pasada contabilizó 75 dianas, y a falta de siete jornadas para que finalice la competición ya las ha superado. «Aún quedan muchos partidos y a ver si es posible sobrepasarla con creces», afirmó. El jugador fabril tiene un perfil de pivote ofensivo, y su rapidez y velocidad, pese a que no es muy alto, le ayudan a traspasar con facilidad la portería contraria. Él, sin embargo, se define como un jugador «de garra y esfuerzo, que lo da todo en cada encuentro». Y no sólo en la línea de ataque. En la defensa también trabaja a destajo y es donde más tiene que progresar. «Estoy intentando mejorar en cada partido, porque en balonmano hay que saber tanto meter goles como evitar encajarlos. Lo importante es el trabajo de equipo», subrayó.

Pese a la importante cita que tiene por delante, el pivote castellano asegura que está centrado en la liga y en que el Barakaldo cierre una gran campaña con una de las codiciadas plazas de play off. Tras la derrota ante el Adelma Sinfín, el equipo de Txanpi Rivero sigue en la quinta posición y el objetivo es mantenerla a toda costa.