

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
M. J. ALEGRE
Sábado, 3 de marzo 2012, 03:20
El Gobierno prevé un año aún más negro en el mercado laboral. A la espera de que la reforma recién impuesta surta efectos, admite que se van a destruir otros 630.000 puestos de trabajo. El ministro de Economía, Luis de Guindos, explicó ayer que en 2012 los empleos sufrirán un recorte aún más agudo que en años precedentes, que estimó en el 3,7%, frente al 2% de reducción del pasado ejercicio y el 2,6% de caída registrada en 2010. La tasa de desempleo, que según la Encuesta de Población Activa (EPA) al cierre de 2011 alcanzó el 22,85% y los 5.273.600 parados, escalará este año hasta el 24,3%.
Con tan dramática trayectoria, la cifra de desempleados superará los 5,9 millones al final de 2012 y si no se llega a los seis millones, andará muy cerca.
De Guindos relativizó los números para concentrarse en la dimensión del problema. Explicó que los datos ahora publicados corresponden al mercado laboral medido en términos de contabilidad nacional, que no coinciden exactamente con otros registros. Según este cómputo, cada ocho horas de trabajo equivalen a un puesto a tiempo completo, con independencia del número de personas que lo desempeñan. Por eso el agravamiento del mercado de trabajo es consecuencia directa de los cambios, a peor, que ya registra la actividad productiva. Unos son la secuela del ajuste y otros responden al parón generalizado de las economías desarrolladas.
El nuevo escenario macroeconómico que ayer presentó el Ejecutivo prevé que, por el impacto del recorte de gastos, el consumo final de las administraciones públicas se desplome este año nada menos que el 11,5%. «Hay que pasarlo mal, porque estamos donde estamos y necesitamos generar confianza», admitió la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, tras reconocer la incidencia directa que sobre el empleo tendrá el esfuerzo de reducción del déficit público.
También se va a agudizar la caída del consumo privado hasta el 1,4% desde el ligero retroceso del 0,1% que experimentó en 2011. Y los números rojos volverán a lastrar la inversión, que en el segmento de los bienes de equipo presentará un retroceso del 5,3%, el primero después de dos ejercicios de moderados aumentos. El menor consumo doméstico y la aplicación de la tijera al gasto público se sumarán al recorte de puestos de trabajo de sectores ya en franco declive o en plena reconversión, como la construcción o el área financiera.
La mejora de la productividad de la economía española será pues, un año más, el resultado de la destrucción de puestos de trabajo, y no de los avances en la posición competitiva. El coste laboral unitario que soporta la economía de las empresas también va a seguir bajando, con un recorte del 1,5% que se añadirá al descenso del 1,9% experimentado en 2011 y al 2,6% del año 2010. Pero las expectativas de los distintos mercados no animan a contratar.
4,71 millones
Las proyecciones del mercado laboral presentadas por el Gobierno ya tienen reflejo en la evolución de los registros de los servicios públicos de empleo (Sepes) en lo que va de año. Las cifras del pasado mes dan vértigo: el paro aumentó en 112.279 personas, un 2,4%, en el peor febrero desde 2009, que fue a su vez el más negativo del que se tiene constancia. La cifra de desempleados se situó en 4.712.098, el nivel más elevado de toda la serie histórica comparable, que parte del año 1996. En los últimos doce meses han engrosado las listas del paro 412.835 personas. Es un 9,6% de incremento interanual, lo que equivale a sumar 1.131 parados por cada día natural.
Además, las organizaciones empresariales denuncian que las listas oficiales excluyen a 628.000 desempleados. Si se incluyen los parados que realizan cursos de formación y los demandantes de empleo «con disponibilidad limitada» o que plantean «demandas específicas», el registro de desempleados asciende a 5.341.022 personas.
La situación se agrava para los menores de 25 años, un colectivo en el que la proporción de desempleados aumentó el febrero un 5,22%, más del doble que en el conjunto, y los datos de contratación revelan que los contratos indefinidos apenas representaron el pasado mes el 7,77% del total, tras experimentar una caída del 21% respecto a los suscritos un año antes.
«Todavía es pronto para apreciar los efectos de la reforma», según la secretaria de Estado para el Empleo, pero la evolución de los registros de la Seguridad Social es otra prueba del deterioro del mercado laboral. En febrero, la afiliación descendió en el conjunto del sistema en 49.710 personas, y la cifra de 16.897.112 ocupados de ese mes supone una pérdida de 449.983 respecto a un año antes. Por regímenes, destacan las 51.999 altas del nuevo sistema de empleados de hogar, que se suman a las 11.398 consignadas en enero, y la ligera subida del 0,15% en el especial de trabajadores autónomos, frente a los descensos generalizados del resto.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.