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LETIZIA GÓMEZ
Lunes, 27 de febrero 2012, 03:28
El balonmano eibarrés sufrió ayer la irreparable pérdida de Iñaki Bolinaga. El que fuera el presidente de la extinta J. D. Arrate tampoco pudo ganar la batalla al cáncer contra el que había estado luchando durante los últimos años y falleció a los 61 años en el Oncológico de San Sebastián, donde le acompañaba su mujer, Ofelia Oliden. A las 16.30 horas, se fue con la pena de haber visto desaparecer al club al que dedicó más de 40 años de su vida, pero con el orgullo de haber paseado el nombre de Eibar por la elite del balonmano estatal y de haber logrado que el cuadro albiazul se clasificara para competiciones europeas.
Valorar su figura
La noticia de su fallecimiento se extendió con rapidez por la localidad armera, que se queda sin uno de los principales referentes deportivos. Su dedicación y amor por el Arrate estaban en la mente de todos aquellos que le conocieron y compartieron alegrías y angustias con él. Deja muchos amigos, que ayer no dudaron en ensalzar su figura. Con una entereza admirable, Alberto Barruetabeña, 'Kiski', ex vicepresidente de la entidad, y su mano derecha en el club durante 28 años, destacó la capacidad de trabajo que Bolinaga mostró desde que en 1978 se hiciera cargo de la presidencia del club. «Independientemente de las cosas que han pasado en los últimos meses, no podemos olvidar que balonmano y Boli van de la mano. He estado 28 años con él y lo que más me impactó de él era su ambición. Te obligaba a tirar para adelante porque quería lo mejor para el club. El Arrate le debía mucho más a Boli que Boli al Arrate».
Se propuso convertirlo en un histórico, y a base de esfuerzo y tenacidad, lo consiguió. «Ha estado 42 años en un club, de los que 32 años ha estado como presidente. Eso indica lo que ha significado para el Arrate». Para el club y también para la ciudad, que si sigue respirando balonmano es gracias a su impulso a la cantera. «Consiguió tener en la elite al club durante muchos años y lo llevó a jugar competiciones europeas, pero es que, además, llegó a tener 16 equipos de balonmano. Lo que él hizo por el balonmano tiene un mérito que hay que saber valorar», insiste Barruetabeña.
Al dolor que le producía su proceso canceroso se sumó la profunda desazón que le produjo ver morir al Arrate. «Para él fue muy duro que el Arrate desapareciese. Pasó y no es momento de darle vueltas a eso, pero durante 42 años se hacen muchas cosas para quedarte con lo último que ha ocurrido».
En similares términos se manifestó el alcalde de Eibar, Miguel de Los Toyos, que confía en que se sepa valorar la figura de Iñaki Bolinaga en su justa medida. «En los últimos tiempos todo era críticas a malas gestiones, pero hay que poner en valor sus más de 40 años de dedicación. Hay que tener una visión histórica de su figura y todo lo que ha aportado al balonmano es impagable. Se ha desgastado su imagen, pero es la figura más importante del balonmano eibarrés y espero que se sepa hacer justicia».
De los Toyos también escenificó su «pena porque que el club desapareció antes de que se muriera», aunque al menos resalta que la ciudad sí supo reconocer su valía con la entrega del premio 'Txopitea eta Pakea' en mayo del año pasado.
Funeral, el martes
El funeral por su memoria tendrá lugar mañana martes, a las 19.00 horas, en la parroquia de San Andrés.
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