El Naturhouse, ante el más difícil todavía

El Naturhouse afrontará esta tarde en Vistalegre una misión casi imposible. Sobre el papel, y si existieran quinielas en el balonmano, encara un partido de '1' fijo. Con un conjunto lastrado por bajas importantes y un juego que ha generado dudas en las últimas semanas, el equipo riojano visita al todopoderoso Atlético de Madrid (o Ciudad Real, para entendernos, denominación que da una idea más real del potencial del rival). Por si fuera poco, los 'colchoneros' le esperan en un momento dulce.

Afortunadamente, el balonmano es un deporte y, por lo tanto, el factor sorpresa nunca está descartado. A eso se agarran en el Palacio. Jota González admitía ayer que, a priori, el partido estará marcado por la desigualdad: «Somos conscientes de que va a estar complicado y más jugando en su casa. Pero nosotros vamos a trabajar y vamos a intentarlo. Por eso no va a quedar», aseguraba el entrenador.

Gurutz Aguinagalde sigue de baja por una distensión en el abductor del muslo izquierdo; Unai Arrieta tampoco será de la partida por una rotura fibrilar en el gemelo del muslo izquierdo, de la que no se ha recuperado a tiempo. Y a esas dos ausencias seguras se une la más que probable de Rubén Garabaya, con un esguince en su tobillo izquierdo (grado 2) que se produjo en el partido contra el Torrevieja. No está descartado del todo, pero posiblemente Jota lo reservará para cuando lleguen partidos en los que se pueda competir de tú a tú.

Porque esta lista de lesionados convierte el choque de esta tarde en una especie de 'más difícil todavía'. Más frente a un rival que puede permitirse alinear a Sterbik y Hombrados en la portería; a García Parrondo, Davis o Kallman en los extremos; a Dinart, Julen Aguinagalde y Edu Fernández, en el pivote; a Chema Rodríguez y Cañellas como centrales; y a Alberto Entrerríos, Jurkiewicz, Isaías Guardiola, Markussen y ese martillo pilón llamado Kiryl Lazarov en los laterales. Con este plantel, decir que el Atlético tiene la baja del extremo Abalo es simplemente anecdótico.

Para optar a la sorpresa, el Naturhouse tendrá que aparcar los errores que el sábado le condenaron al empate frente al Torrevieja y a la desaprobación del público del Palacio. «Debemos tener mayor confianza en nuestro juego», aseguraba Jota González. El técnico cree que el equipo se «autopresiona demasiado» y que eso le está pasando factura.

«Parece como si estuviéramos haciendo una temporada desastrosa y hemos acabado sextos la primera vuelta y con 16 puntos. Mejores números que ningún otro año», sentencia el entrenador vallisoletano. «No nos damos cuenta que -contra el Torrevieja- nos enfrentamos a rivales que son como nosotros. Se nota una desilusión que no está ajustada a la realidad».