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Los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y CC OO, Ignacio Fernández Toxo, durante su comparecencia de ayer. :: EFE
Los sindicatos llaman a salir a la calle contra los «atropellos» de una reforma «letal»
ECONOMÍA

Los sindicatos llaman a salir a la calle contra los «atropellos» de una reforma «letal»

Toxo y Méndez convocan una manifestación para el día 19 y aparcan la huelga a la espera de que el proyecto se pueda modificar

M. J. ALEGRE

Domingo, 12 de febrero 2012, 03:20

La respuesta inicial de los sindicatos a la drástica reforma laboral aprobada por el Gobierno no ha sido un llamamiento a la huelga general, sino la convocatoria de una manifestación que esperan masiva el próximo domingo, día 19, para exigir que se modifique. Es la primera reacción oficial de las centrales mayoritarias en España contra los cambios del mercado de trabajo que el Ejecutivo ha impuesto por real decreto-ley y que, en sus grandes líneas generales, favorece y abarata el despido, posibilita el descuelgue de las empresas de sus convenios y elimina la autorización previa de la autoridad laboral en los Expedientes de Regulación de Empleo.

Los dirigentes de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, promovieron ayer esta primera movilización, tras juzgar con extraordinaria dureza un texto que, en su opinión, va a aumentar el paro a corto plazo, al tiempo que dinamita los derechos de los trabajadores y destruye el tejido productivo de cara a la salida de la crisis. Ambos rechazan de plano la reforma, pero son conscientes de que la sociedad, muy preocupada por la escalada del paro, aún se aferra a la confianza de que cualquier modificación pueda implicar una mejora, por mínima que sea. Por eso han optado por modular y escalonar su respuesta.

«La fecha de una huelga no nos la va a marcar el presidente del Gobierno», apuntaron al unísono Méndez y Toxo. Además, están dispuestos a negociar con la ministra de Empleo, que les ha convocado para mañana, de manera que en la tramitación parlamentaria de la norma se puedan limar los puntos más negativos. «Vamos a dar al Gobierno la oportunidad de abrir un proceso de negociación», anunció el secretario general de CC OO.

Pero, mientras tanto, las centrales iniciarán movilizaciones contra una reforma que consideran «de efecto letal» sobre el mercado de trabajo, y lo hacen con el objetivo «no de sacar gente a la calle, sino de modificar sus contenidos. El grado de receptividad del Ejecutivo y la evolución de los acontecimientos, determinarán ulteriores actuaciones», dijeron los sindicalistas.

Para que las protestas tengan éxito, se intentará que todos los ciudadanos tomen conciencia de la nueva realidad. La profundidad de la crisis atemoriza a las personas y anestesia conciencias, y el padre de familia, ejemplificó Méndez, «debe saber que ahora le podrán despedir con una indemnización ridícula, pero que eso no llevará como contrapartida que su hijo vaya a abandonar la cola del desempleo porque los empresarios se disputen su contratación. Como mucho, conseguirá un empleo precario y aún más desprotegido», porque la «radical» reforma impuesta por decreto no solo pone el foco en el despido libre, sino que «supone un enorme atropello a los derechos adquiridos, y no incentiva en absoluto la contratación», aseveró.

«En este país hay empresarios que se sienten atraídos de manera irresistible por el despido, como las luciérnagas hacia la luz y el Gobierno lo que ha hecho es estimularlo», declaró Méndez.

Bruselas vigila

La primera fase de la respuesta sindical consistirá en explicar el impacto de los cambios. La semana entrante se convocarán asambleas en los centros de trabajo, así como encuentros con los parados y con los jóvenes, para culminar en una manifestación masiva el próximo domingo. En segunda instancia, la movilización coincidirá con el llamamiento de la Confederación Europea de Sindicatos a manifestarse contra los ajustes, en la jornada colectiva de protesta del 29 de febrero. En definitiva, los representantes sindicales admitieron que se acompasarán las movilizaciones «al estado de ánimo de la sociedad».

Toxo y Méndez denunciaron que la reforma laboral ha venido impuesta por la 'troika', integrada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, con la colaboración de Fedea, el foro de análisis y debate promovido por el Banco de España, al que calificaron de «fundación de los bancos». De las diez propuestas para una reforma laboral que enunciaron los expertos de Fedea, recordaron, solo se ha quedado fuera el contrato único. «Como si fuéramos Portugal, que es un país intervenido», los dirigentes españoles han renunciado a la autonomía y aceptado un régimen de « economía vigilada».

Los sindicalistas también dijeron que detrás de la contundente actuación del Gobierno cabe intuir un mensaje lanzado a Europa de cara a la necesaria flexibilización del cumplimiento del déficit. Si Rajoy habló de medidas que le iban a provocar una huelga general como respuesta, y el ministro de Economía se refirió a una «agresiva» reforma laboral, es decir «provocadora», sin duda estaban vendiendo la mercancía de unos sacrificios fuera de lo común.

Pero la medicina puede matar al enfermo. Toxo recordó que el presidente del Ejecutivo ya ha admitido que el paro seguirá creciendo este año y se muestra resignado a la entrada de España en una nueva y dura fase de recesión. El Gobierno se habría instalado en la idea de los 6 millones de parados sin dar los pasos necesarios para impedirlo, denunció, y los postulados de la reforma asumen los principios neoliberales sin ofrecer ni un atisbo de esperanza, añadió.

Negociación colectiva

El dirigente de CC OO insistió en que la estrategia gubernamental «solo apuesta por el despido» al tiempo que irrumpe «como elefante en cacharrería» en el acuerdo que alcanzaron patronal y sindicatos para la negociación colectiva. «Se da la paradoja de que un Gobierno liberal realiza una intervención radical en las relaciones entre las partes», denunció. Y confió en la sensatez de algunas patronales -no en todas, dada la clara división existente en CEOE- para seguir adelante con el entendimiento alcanzado.

Algunos de los puntos del real decreto «pueden ser denunciados por inconstitucionales, porque consagran la desigualdad de trato a personas en idéntica situación», dijo Cándido Méndez, quien alertó, además, de que la paulatina desaparición de las clases medias puede ser una de las indeseadas consecuencias de la aplicación de la reforma. «Son, en definitiva, las clases trabajadores las que se van a ver afectadas por la reducción de los salarios, el aumento de las desigualdades y la rotación en los puestos de trabajo», concluyó.

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