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Deportes

El método Pouso para reinventar Miranda

JESÚS FERNÁNDEZ URBINA

Martes, 31 de enero 2012, 03:15

La cosa ya no es que nos vemos en San Mamés, sino que ya estamos en San Mamés. Y de que manera. Por la puerta grande, con la ambición por bandera pero también el orden, el método (estos chicos parece que juegan de memoria), y la honradez deportiva hasta avergonzar al personal sabiendo que el presupuesto del club rojillo es casi la mitad del salario anual de cualquier jugador gris de Primera División, de esos que no revierten nada de nada. Y ante la mirada del mundo mundial.

La que has liado amigo Carlos Pouso. Tu te imaginas el fiestón que se han corrido muchos de nuestros padres -cielos, infiernos y purgatorios incluidos- que allá por su esplendor vital, alrededor de los años 50, iban a Bilbao, en la Vespa, en el camión o el tren correo. Eran mirandeses que atravesaban el puerto de Orduña para ir a San Mamés a ver partidos de Primera y al Athletic, a la Feria de Muestras junto al Instituto Central para descubrir que había helados en forma de espiral, o el paso de la Vuelta por el propio Orduña y aplaudir a Bahamontes o Loroño. Y a correrse alguna farra.

No había Internet, ni pai per viu - mejor que pay per view-, ni canales de televisión, ni aparatos en las casas, había que ir al Pangu o al Amigorena para ver la televisión que empezaba en blanco y negro, como el país. No tenían otra que ir a Bilbao, y les gustaba ya lo creo. Y ahora, el equipo de su vida jugando las semifinales de Copa en San Mamés. De tú a tú, digas lo que digas. Les has alegrado un montón. Pero Carlos, que si eliminamos al Athletic, de mi vida y de mi corazón, nos ponemos en la UEFA, porque el Madrid, Barça y Valencia ya tienen plaza seguro. Y hay que hacer campo nuevo que la cosa europea esta muy prusiana y en Anduva no nos van a dejar jugar. Vaya lío amigo Fernando Campo, por cierto un abrazo.

Pero, volviendo a esos mirandillas que levitan por el cosmos, cómo van a entender que en el campo donde jugaban aquellos once aldeanos llamados Carmelo, Orue, Canito, Garay, Mauri, Maguregui, Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe y el gran Piru Gainza, y todavía quedaban restos de los Zarra, Iriondo,Venancio o Panizo, ahora va a jugar el equipo de su pueblo, el Mirandés. Se van a pensar que es un sueño y no lo es. Lo disfrutarán que ni te cuento.

Y a los que aparecimos por San Mamés en el 72 (¿te acuerdas José Ignacio Barredo?), cuando en vez de ir a clase de la universidad nos acercábamos al campo para buscar como colarnos con los boinas, o conseguir entradas baratitas, para ver a Fidel (si decías Uriarte quedabas por novato), Iribar, Ormaza, Txetxu Rojo, Clemente o Aranguren, nos has dejado un poco tontitos, ¿que ahí va a jugar mi Mirandés? Eran tiempos todavía de general en vez de Tribuna Este. Todos de pie, e inclinados. Vaya gozada.

Son tiempos de ilusión para una ciudad, siempre fronteriza, siempre amable, siempre acogedora que debe de identificar a este equipo no con el antídoto frente a la crisis sino como una forma de hacer bien las cosas. Ya vale de fefasas y de crisis ferroviarias. Ya vale de peleas poligoneras. A Miranda le toca reinventarse y no le queda mas remedio que ponerse a ello, y todos juntos, y el método Pouso no es mal ejemplo.

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