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Las asociaciones de vecinos del Besós, de senegaleses y de gitanos comparecieron unidas. :: EFE
Senegaleses y gitanos llaman a  la reconciliación
GENERAL

Senegaleses y gitanos llaman a la reconciliación

Pidieron ayer calma para evitar altercados tras la muerte de un africano de un disparo en el barrio barcelonés de Besós

MÓNICA BERGÓS

Viernes, 6 de enero 2012, 03:26

Evitar que la mecha prendida acabe en un descontrolado incendio. Es el objetivo que se han propuesto las asociaciones de senegaleses y gitanos que intentan rebajar la fuerte tensión social que vive el barrio barcelonés del Besós desde que el martes un joven africano muriera tras una disputa callejera con un clan de etnia gitana. Ayer lanzaron un mensaje de unidad y convivencia a través de una rueda de prensa conjunta convocada por representantes de ambos colectivos, que concluyó con un fuerte apretón de manos.

«Nuestra prioridad es trabajar por la construcción de una sociedad cohesionada, donde cualquier persona, venga de donde venga, tenga cabida». Lo aseguró Amadou Boka Sam, presidente de la Coordinadora de Asociaciones de Senegaleses de Catalunya, quien también subrayó que sus compatriotas «no buscan venganza, sólo quieren que se haga justicia». Reconoció, no obstante, que los «ánimos están muy alterados», y que ha sido necesaria la intervención de miembros de la asociación para evitar brotes de violencia. «Hemos utilizado las herramientas que tenemos, la mediación, para convencer a ciertas personas de que la violencia no lleva a ningún sitio», admitió.

En la misma línea, desde el colectivo gitano, José Santo Oliva, presidente de la Federación de Asociaciones Gitanas de Cataluña (FAGIC), hizo un llamamiento para que la muerte del joven africano no repercuta en la imagen que el resto de ciudadanos tiene de gitanos y senegaleses, «comunidades tradicionalmente pacíficas que siguen luchando a día de hoy contra los estereotipos que se le atribuyen». Oliva abogó por la creación de una plataforma de entidades destinada a «potenciar la convivencia en una Cataluña multicultural».

En la multitudinaria rueda de prensa también se leyó un manifiesto que condenaba el asesinato y negaba que en el barrio del Besós existan «confrontaciones o enfrentamientos entre vecinos por su origen étnico». Lo suscribían tanto las asociaciones de senegaleses y gitanos como la asociación de vecinos del barrio.

El africano Ibrahima Dyeyque, de 32 años, encontró la muerte en la tarde del martes de la manera más incomprensible, mientras intentaba mediar en una pelea entre senegaleses y gitanos. Cuatro personas de etnia gitana han sido detenidas, acusadas del crimen.

«Iban con pistola y palos»

Los testigos que presenciaron el triste final del joven africano ofrecieron ayer más detalles de la tragedia. Diop lo vio todo. Asegura que un hombre de etnia gitana se dirigía «de malas maneras» a un grupo de subsaharianos que jugaba a fútbol en la calle para exigirles que abandonaran el juego. Al encontrar resistencia, decidió ir a casa en busca de refuerzos. «Bajaron el padre y los dos hijos. El padre y uno de los jóvenes iban con pistola, y el otro con un palo. Iban a matarlos», explica Diop, quien también observó que la víctima no estaba jugando a fútbol. Sólo intervino para intentar poner paz en la refriega.

Kheraba, otro vecino senegalés, dice que escuchó claramente como, tras el disparo, el presunto autor del crimen, uno de los hijos del patriarca gitano, gritó: «He matado a un perro». La familia tiene más de sesenta antecedentes policiales por robos, tráfico de drogas y peleas.

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